martes, 23 de noviembre de 2010

Mi flor

Lejanos susurros la llamaban
aunque ella siempre los ignoraba.
Lamentos de soledad y melancolía
con insistencia su puerta entreabrían
pero por parecerle falsos aquellos quejidos
de un golpe certero los espantaba.

Mi niña , escúchame, soy yo el que gime,
el que susurra y te llama.
Haz caso a tu desvalido corazón,
deja que la brisa del mio penetre
y te pueda demostrar mi cariño,
mi congoja y mi pasión.

Su puerta sin demora abrió
y el aire puro, brisa de mares,
su cuerpo entero recorrió.
¿Cómo pude esto, antes, no escuchar?.
La rosa, madurar necesitaba
y ya madura, floreció.

martes, 16 de noviembre de 2010

Teniendo en cuenta la dirección del viento, el vuelo de las aves y la forma cómo la mosca se ha posado en el plato de mi taza de café creo , y casi con toda seguridad que no me equivoco, que la tierra es redonda.
Ya se que parece absurdo, que no tengo pruebas , ni siquiera argumentos de peso para defender esta teoría pero mi intuición rara vez falla y voy creer ciegamente en ella así que me propongo demostrar esta ridícula teoría y lo voy a hacer de forma que no quepa duda alguna a todos los incrédulos que abundan por este , ahora redondo, mundo.

Trabajaré en pos de la gloria, pero no porque quiera reconocimiento, ni fama, ni riquezas, lo haré por el bien de todos estos pobres humanos que , en su infinita ignorancia, no son capaces de ver más allá de sus narices y siguen creyendo como dogma de fe que lo plano, lo recto es lo correcto y lo haré aunque me cueste la vida. Lo conseguiré o moriré en el intento.

¡Humanos!. La tierra es redonda y os lo demostraré descubriendo América, mal que les pese a los americanos.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Con el corazón encogido,
sin saber si camino o estoy parado,
en silencio, de puntillas andando
no vaya a ser que acabe corneado.

viernes, 5 de noviembre de 2010

Momentos irrepetibles o repetidos,
gotitas de mañana los sentidos despertando, 
instantes que merecen toda una vida,
destellos de anochecer acurrucando
y sin ningún pudor acariciando.

Trocitos de fruta que refrescan, tonifican
y con su jugo la vida van alimentando.
Brisas de aire que recorren y limpian la piel.
El torso desnudo , arriesgando, recibiendo
mostrando y jamás escondiendo.

Toda una vida en un instante
que eternamente se continúa llenando.
Todos los momentos vividos y por vivir
con multiples colores va aumentando
el placer de ir caminando.