Tomé la decisión y la revoqué, la volví a tomar y de nuevo la aplacé.

Hoy la he llevado a cabo y estando convencido, cómo estaba, de mi inmediato arrepentimiento me he sorprendido al descubrirme sonriendo y tranquilo con la nueva situación.

Voy más ligero porque un gran peso de encima me he quitado.

Está seco, completamente seco.

Lo exprimí en exceso, no dejé que se recuperara y ahora, capacidad para regenerarse, no tiene.

Necesita unas gotas de lluvia o algo de humedad o un poco de rocío madrugador pero encerrado entre estas cuatro paredes ni una cosa ni otra pueden llegar y con la puerta cerrada con cuatro candados tampoco el jardinero puede pasar.

Cada día duele más.

Es un dolor intenso, profundo, que me desgarra el alma, me agrieta y reseca y deja una herida cada vez más grande.

Sangra y de su misma sangre se alimenta y ensancha.

Tapo la herida y continúo con mi vida.

Así me engaño pensando que nadie lo nota pero las fuerzas por ella se me escapan, resbalan, desaparecen y no se cómo recuperarlas.

Gritar no puedo, no se hacerlo, llorar tampoco. Solo me queda sonreír con amargura y esperar que algún día vengas tú y me la cierres.

Donde menos me esperaba te encontré.

A reconocerte, en un primer momento, me negué

pero las olas, suavemente, hacia ti me llevaron

¿Dónde la orilla está?.  ¿Dónde el asidero me dejé?.

No quiero, no debo, con todo lo que tengo me resisto

y si tú , a pararme no aciertas, yo, resistime más, no podré.

Como de costumbre,  me volví a equivocar pero la causa sigo sin encontrar.

No se si es que me falta un hervor o que tan listo como creía no soy.

Desconozco los motivos, las razones y las consecuencias. Ni las se, ni las sabré.

Lo olvidaré, que remedio me queda, pero , en el fondo, nunca lo superaré.

Algún día, en otra vida, quizás, aprenderé y será entonces cuando , ya por fin, todo pueda entender pero, mientrás tanto, ignorante y confuso seguiré.

Algo pisé pero, en su momento, ni cuenta me dí.

Tiempo después el pisotón ampliado me devolvió.

Le pregunté el por qué y decirmelo no quiso o no supo.

Solo calló y contenta y tranquila, tal cual vino, se marchó.

Si eso le hace feliz que así sea pero a entenderlo no alcanzo.

Poco a poco, tu recuerdo, difuminándose va.

Lentamente, los olores, los sonidos, las sensaciones

van desapareciendo y, en la nada, perdiendose.


Alegría no me produce, no es una liberación,

porque olvidar lo que inolvidable parecía

es un precio muy alto a pagar por un error.


Error del que nunca aprenderé y , seguro, repetiré

Si sabes lo importante que para mi eres

¿Por qué me ignoras y, de mi, tu mirada apartas?.

Solo hablarte quiero, ver tu sonrisa y tu risa disfrutar.

Hablar de sueños inconclusos y de los que están por venir.

Compartir unos pasos, unas frases y algún que otro tropezón.

No pretendo nada más, ni lo quiero, ni lo deseo. ¿Tan difícil es de entender?.

Recorrí mundos sin ti y de menos te eché.

Conocí personas que tu recuerdo me trajeron.

Vi sitios que tu olor me recordaron.


Aún no te conocía y ya en mi vida estabas.

Ni cómo eras sabía y de memoría te recorría.

Mi poca paciencia esperarte me impedía.


En otra vida te encontraré y reconoceré.

Mientrás tanto, vive, sueña y disfruta

que todo llega y allí, esta vez si, te esperaré.

De tanto soñar, imaginación y realidad confundidas están.

No se si mi sueño eres o , de verdad, a mi lado has estado.

Me despierto y te sigo soñando hasta que tu ausencia noto

y ya no se si todo fue sueño, si estuviste, te quedaste o te marchaste.


Dímelo, susurrame que no me lo invento, que estuviste

que fue real, que no estoy , la razón, perdiendo.

Solo una palabra, un gesto, una mirada y lo sabré

pero ¿lo dudaré?. Seguro porque sueño y realidad juntos

de seguridad y certezan no conocen ni hacerlo quieren.

Quiero un mundo infinito donde perderme y nunca poder encontrarme.

Donde el fin un nuevo principio sea y, así, ambos, entremezclandose, se confundan.

Un mundo lleno de todo y vacio de nada, donde todo encuentres y nada poseas.

Un mundo donde lo insólito no extrañe y lo habitual no se imite.

Un mundo donde tú estarás y nunca querrás abandonar.

Un mundo, mi mundo, nuestro mundo.

De reojo la miro, espero a que distraida esté.

Se que de prestado estoy y que al amanecer

tal y como ha venido, se irá y la perderé

Nadie sabe cuando la volveré a ver.


No es lo soñado. Lo deseado no es

pero me conformo con que a ratos

a mi lado, aún sin mirarme, esté.

Promesas de sueños y atardeceres, de sonrisas y abrazos que en la nada se quedaron.

Con el recuerdo de tu mirada, de tus guiños y aleteos mi corazón sigue esperando.

Esperando ese día en el que, de nuevo, todo a mi vuelva y, para siempre, permanezca.


Echandote de menos continuo, oliendo por los rincones esperando que tu aroma me devuelva.

Saboreando cada recuerdo , cada gesto, cada palabra que mi imaginación en tu boca coloca.

El último abrazo recibido, el último beso regalado, todo, en mis sueños, a repetirse ya toca.

Una tarde de verano te conocí.

Ni mirada , ni sonrisa te vi

pero, tu corazón, enseguida intuí.


Que me quieres no lo dudo

lo se, lo veo y, dentro de mi, lo siento,

lo vivo y , sin parar, lo recuerdo.


Sigo tus pasos allá donde vayas.

En la distancia , con cautela, te observo.

No sufras pues a tu lado permanezco.

Tiene esa mirada tierna que me regala

que no se está quieta, que nunca para,

que te acaricia y no oculta nada. 


Enseña esa sonrisa iluminando su cara

que ,sin pretenderlo ni saberlo,

mi corazón acelera y ensancha.


Muestra esas curvas innombrables

con las que sueño, me despierto,

y donde siempre, sin remedio, me pierdo. 


Con todo eso me sobra y me basta
 
pero ella más me sigue ofreciendo

y, yo , afortunado me siento.




A mi polvorilla.

Te he echado tanto de menos que me dolía hasta respirar.

No se si ahora a mi lado permanecerás.

No se por cuanto tiempo será.

Pero mientras estés nada me dolerá.

Cuando ya todo perdido creía,

una sonrisa la esperanza me ha traido.

No ha sido al azar, hacía mí iba dirigida.

Su mirada engañar no podía.


No me la esperaba y , eso, la ha hecho más bonita.

Un tímido saludo la acompañaba

y una mirada cuando ya se iba

me ha confirmado que en mí pensaba.

No puedo más con este calor.

Emigraré.

Lo más lejos posible me iré a ver si, así, nuevos aires me refrescan las ideas.

Nuevas ideas, nuevos pensamientos que estos ya están demasiado gastados.

Elocuente no soy ni serlo quiero.

Todo digo y nada cuento.

Ni rubia ni morena es lo que tengo.

Solo un corazón y ahí me quedo.

Hoy un melón, por la mitad, partí.

El color y su nauseabundo olor me indicaba que podrido estaba pero aún así a probarlo me decidí.

De entre toda aquella masa un pequeño trozo con buena pinta descubrí y sin pensarlo dos veces en la boca me lo metí.

No sabía mal, pero eso era todavía peor porque, sabiendo bien, todo el cuerpo me descompuso y al instante me arrepentí.

Si tan mala pinta tenía, si su color a comer no invitaba y si su olor a apartarme me obligaba.

¿Por qué a probarlo me arriesgué?.

No lo se.

Cuando otro melón abra su mejor trozo volveré a buscar por mucho que encontrarlo me cueste.

No aprendo, no quiero aprender a no probar.

Ante la falta de adversario voy a iniciar el combate dividiendo el todo en partes y viendo como luchan entre ellas.

No habrá ganador ni vencido.

Solo pelearan aunque no se si sabrán hacerlo de forma deportiva.

No hay reglas, no se pedirá clemencia ni se concederá.

Lo más díficil va a ser conseguir que mientras dos partes se baten en cruenta lucha, el resto se quede mirando y no participando y como no hay arbitro pues.....

Y... estoy pensando que algunas partes son capaces de pelearse consigo mismas y dividirse en otras y ...

Os dejo porque la parte izquierda de mi cerebro ya está revolucionada y dice no aguantar a la parte inferior de su parte izquierda que a su vez no soporta a la parte inferior de la parte superior de su parte izquierda y ......

¡Empezó el combate!

Ya no habrá más poemas a ti dedicados.

No escribiré con el recuerdo de tu sonrisa

ni en mis sueños aparecerá más tu figura.


He de seguir caminando y llevo demasiado tiempo parado.

Se que nunca me pediste que esperando estuviera

ni que esperanza alguna , en mi vida, te mantuviera.


Cuando mal me sienta o algo decaído esté mi corazón

recordaré , sentiré y sonreiré viendo lo que en el cajón

guardé para siempre y que nunca, del todo, olvidaré.

Tienes razón, me fuí sin avisar.

Desaparecí sin darte oportunidad

pero no siempre se repetirá.

Mi corazón no siempre en la misma dirección va

y mi mente rara vez de su mano quiere caminar.

No soy de nadie porque nadie el precio quiere pagar

y quién dispuesto a pagar estaba, liquidez le faltaba.

A soñar decidí renunciar, mas no he podido

ni un día siquiera la decisión mantener he conseguido.

Seguiré soñando aún sabiendo que en solitario he de hacerlo.

Durante un tiempo a dejar de soñar voy a intentar.

No es necesidad, es solo comprobar como la vida asi me va.

Con los pies en el suelo vivir y la cabeza en los hombros tener.

No se cuanto tiempo aguantaré y si la experiencia de algo servirá.


Es un reto porque nunca hacerlo he sabido

aunque tampoco , hasta ahora, lo había probado.

Ya contaré con todo detalle como me he sentido

y si , realmente, algún tiempo he aguantado.

Aún no se porque te fuiste y solo me dejaste.

Saberlo no necesito y explicación no te pido

pero podías , al menos, haber, la puerta, cerrado.

La tentación de intentar atravesarla de nuevo

demasiado fuerte es, aún de antemano sabiendo,

que ninguna posibilidad ya tengo.


No la cierres, la tentación prefiero

y perder la esperanza no quiero.

Hoy la vi.

A saludarla ni me atreví.

Caminaba sola, sonriendo y prisa parecía tener.

Durante unos segundos la observé y luego a tomar mi café me fuí.

Soñé, recordé y muy bien me sentí.

Buscamos reconocimiento, aceptación, devolución de sentimientos.
Nos sentimos infelices si queremos a alguién que no nos corresponde.
Cuantas veces he oído "No te mereces que te quiera tanto" y eso es porque no sienten recibir en la misma medida en la que dan.

Hay incluso algunos personajes que quieren, exigen, recibir sin dar nada a cambio pero de estos no quiero hablar. Quiero hablar de sentir en la medida en la que recibes.

¿Por qué no somos capaces de querer sin esperar que nos quieran de la misma manera?.

Se que no todos funcionan así. Se que hay mucha gente que es capaz de querer y no sentirse mal por no ser correspondido y si tu eres uno de ellos sabrás de lo que estoy hablando.
Yo lo he vivido, lo vivo y me produce una sensación de bienestar díficil de explicar.
Quiero y no necesito su aprobación, no necesito que me quiera, no necesito ni su contacto, simplemente quiero y me siento bien por poder, por saber hacerlo.

No es fácil, al principio cuesta, pero si llegas a conseguirlo experimentas una de las sensaciones más gratificantes que ofrece la vida.
Ser capaz de dar, de ofrecer sin esperar nada , es más, sabiendo que no llegará nunca nada.

Si no lo has vivido te recomiendo que , cuando tengas la oportunidad, lo intentes.
Si lo consigues , no te arrepentiras.

Tienes mi palabra.

Quería escribirte un gran poema.

Algo tierno que por dentro te revolviera

y tu mirada hacia mi se dirigiera.

Vueltas le di y nada encontré

que , ante mis ojos, bien estuviera.

Pensé el poema por un cuento cambiar

y con el mismo resultado lo descarté.

Por una simple frase, al fin, opté :

"No me mires, no me busques, solo encuentrame".

Moneando entre viejos papeles guardados y no revisados desde tiempos inmemoriables encontré unos manuscritos escritos por un crío que todavía no sabía nada de la vida.

La sorpresa ha sido descubrir la poca diferencia entre lo escrito entonces y lo que a día de hoy sigo escribiendo.

No sabría muy bien como interpretarlo porque se puede hacer de muchas formas diferentes.

Falta de evolución, falta de madurez y también como ilusión intacta y no corrompida, sueños imperecederos y siempre vivos.......

La verdad es que no me importa la explicación.

A mi me ha gustado y me ha hecho sentirme bien.

El mundo comerme quisiera pero en mi boca no entraría.

Partirlo en pedazos no es una opción porque su esencia perdería.

Empequeñecerlo tampoco me vale porque su grandeza ya no sería

y mi boca agrandar no quiero , no puedo y no me serviría.

No puedo lo que quiero y eso , todavía más, me motiva.

No se que , de mí, sería si conseguir lo que quiero pudiera.

Sin sueños, sin retos , sin causas perdidas , la vida, sentido, no tendría.

Hacía tiempo que no dedicaba una entrada del blog a alguién real pero hoy necesito hacerlo.

Hoy no escribiré sobre mundos imaginarios e imaginarias relaciones.

No hablaré sobre sueños incumplidos ni princesas enamoradas.

Tampoco lo haré sobre el amor y sus incansables enemigos.


Hoy solo hablaré sobre la esencia de un ser que aún no sabe lo que vale.

No lo ha descubierto y , me temo, que nunca terminará de hacerlo.

Un ser que me inspira sin saberlo, que me acurruca sin quererlo.

Una criatura que , sin ser un sueño,  a soñar me alienta y provoca.

No está en mi vida, no quiere estar y en un futuro así seguirá

pero en ella permanece y duerme aún a su pesar.

Sueño y realidad confundidos en mi vida están.

Vivo el sueño que la vida me da y, cuando duermo,

se agranda, se transforma pero sin, en ningún momento, perder

la magia y el misterio que al día siguiente me espera.


Estoy buscando palabras que decirte,

sensaciones y sentimientos que mostrarte,

paisajes reconditos y desconocidos que enseñarte

y lo único que se me ocurre para sorprenderte

es mi corazón , en estado puro, entregarte.

Toda mi vida he esperado este momento sin saberlo.

No sabía lo que buscaba, lo que quería encontar, que es lo que me iba a llenar.

He dado vueltas de aquí para allá, he probado el agua de todas las fuentes que en mi camino he ido encontrando y nunca conseguía , del todo, mi sed saciar.

Y, ahora, lo encuentro donde menos me lo podía esperar.

No era nada de lo que imaginaba, no se parecía a ninguno de mis sueños y menos todavía a la supuesta vivida realidad.

Ya no pruebo, no busco nada saciar porque no era sed lo que tenía.

Lo que tenía era mi propia fuente llena a rebosar y abrir el grifo necesitaba, dar y demostrar sin nada a cambio esperar, entregar a todo aquel que en mi camino se cruzara y no pararme para así evitar que tentación de darme las gracias le pudiera asaltar.

No es correr pero casi porque a paso rápido voy.

Observo lo que me gusta observar mas sin pararme continúo.

No quiero mirar atrás porque cuando lo haga me volveré a parar y no quiero hacerlo.

Se que alguno de los que atrás deje se quejará, no lo entenderá y engañado se sentirá pero esa es mi vida y como tal la viviré.

¿Duermes?.

Yo no.

No puedo hacerlo por miedo a no despertar.

Seguiré con los ojos abiertos mientras pueda porque si los cierro empezaré a soñar y el sueño es imposible que mejore la realidad.

¡Quién me iba a decir que, algún día, mis sueños cortos se quedarían!.

Aunque , pesandolo mejor, intentaré un ratito dormir , soñaré y comprobaré si de mejorarlo soy capaz.

Lleno de curvas por sinuosos surcos recorridas donde perderse una y otra vez y donde descubrir nuevos mundos en cada nuevo giro.

No veo el momento de volver a explorar semejante paraíso que se me ofrece sin ofrecerse, retandome y a la vez invitandome a atreverme a perderme de nuevo y lo hago, me pierdo, me encuentro y vuelvo perderme y ,una vez ya satisfecho, vuelvo a empezar porque se me ofrece un nuevo manjar que de nuevo el apetito me abre.

A veces, en un callejón cerrado me hallo y al llegar al final descubro que cerrado no era porque por arriba o por abajo el laberinto continua hacia nuevos niveles igualmente bonitos, igualmente misteriosos que me atraen como un imán aún sabiendo que hacía mi perdición me dirijo.

No hay mejor perdición que la buscada, la deseada y luego encontrada.

Seguiré perdido mientras pueda y me deje.

No me pidas lo que no puedo dar.

No puedo porque no se hacerlo

Tantas veces lo he intentado

y otras tantas he fracasado

que ya no lo intento más.


Eso que me pides no lo doy

y si eso conmigo te impide estar

no te lo pienses más

y dejame a mi , en solitario, soñar.

Y ahora pregunto :

¿Cuál de las dos entradas anteriores es verdad?.

Es un favor que pido a todos aquellos que en ocasiones me leaís.

No os tomeís este blog como un reflejo de mi vida, de mi estado de ánimo, de mis sentimientos o de mi situación actual.

Todo es mentira y verdad a la vez.

Todo es exagerado y minimizado al mismo tiempo.

Todo es vida.

Puedo escribir una entrada triste mientras sonrio y contento estoy y , a continuación, hablar de felicidad mientras las lagrimas por mis mejillas bajan.

Olvidaros de mi cuando leaís porque en lo que escribo no me encontrareís.
Solo vereís un mundo imaginario en el que, efectivamente, si que estoy pero no creo que nadie, excepto una persona , sepa verme en él.

Feliz, como nunca lo he sido, ahora soy

Mi corazón, mi mente, mi cuerpo , todos a la vez

agradecen la llegada del nuevo día y sonríen

disfrutan, saltan y curiosean en cada esquina

en cada piedra , en todo lo que me rodea.


Me gustaría poder , un poquito de mi felicidad,

a los demas con todo mi cariño contagiar

No se si lo conseguiré pero lo voy a intentar.

Mentirle no me ha quedado más remedio  que hacer.

Sonreir y decirle que todo está bien, que feliz soy

pero si ella supiera que cuando ya solo me encuentro

la tristeza, la amargura y la melancolía son mis únicas compañeras

ya más no me creería así que con mi sonrisa seguiré

hasta que , ya por fin, de un plumazo desapareceré.


No quiero renunciar a mis únicas amigas

la tristeza por las noches me acurruca,

la amargura por el día me es fiel

y la melancolía a todas horas

me recuerda lo inútil que soy.

Que extraño es todo.

Lo que parecía no es y lo que era no lo parecía.

Sigo sin entenderlo pero ya he perdido el interés.

Es una pena porque sin explorar me quedé

y eso nunca, a llevarlo bien, aprendí

pero lo que si se es que yo no perdí

simplemente la ocasión no fue.

Cuando más cansado te sientes.

Cuando la toalla a punto estás de tirar harto de pelear, de intentar, de discutir, de intentar razonar sin ningún resultado.
Cuando no tienes ganas ni de tener ganas, en ese momento, una brisa de aire fresco aparece y aunque solo te roza te hace ver que no todo está perdido.

Es solo una leve brisa, un ligero aroma a esperanza y a color, un roce suave en la cara que se te escapa tal y como ha venido pero que te dice que todavía es posible.
Qué aún queda algo a lo que aferrarse, algo con lo que soñar, algo que buscar y , quizás, algún día, encontrar.

Gracias por ese suave aroma a vida que me has traido.

Lo necesitaba.

Cloacas interminables desembocando en otras aún más nauseabundas cuyo olor, por poco que te acerques , espanta, revuelve y quita las ganas de volver siquiera a de lejos mirarlas.

Llenas de inmundicia, de los restos putrefactos de años de deposiciones mal digeridas y peor expulsadas pero rociadas de mucho perfume, colonias y papeles de colores para disimular lo que de verdad esconden.

Y funciona porque se regodean en ellas, se revuelcan y disfrutan como cochinos en la pocilga esperando al siguiente primo que se acerque para rociarlo, llenarlo de arriba a abajo hasta tal punto que por vergüenza no se atreva a salir y con ellos se quede.

El más guarro es el rey de la alcantarilla y se pavonea como si recien lavadito estuviera mientras el resto lo aplaude ya que cuanto más lo hagan menos se notan a si mismos el hedor que desprenden y van desparramando allá donde aparezcan.

Y ¿Qué hago yo?. 

Nada.

Miro y participo.

A caminar recto probé y me gustó.

Luego en circulos estuve probando

y también eso atractivo me pareció.


En curvas continuas o quebradas,

dando giros, yendo lento o despacio

y de todas las maneras me convenció.

Variaba según el momento pedía

o si mi estado de ánimo así lo veía.


El problema era cuando a acompañarme

algún otro caminante  se ofreció.

Si dando circulos me pillaba

así creía que era siempre mi caminar.

Si en línea recta era lo que tocaba

mi aparente rectitud rechazaba.

Y si en un cambio de rumbo me sorprendía

mi volatilidad siempre asustaba.


Los cambios de acompañante me cansaban

por la decepción que ello conllevaba.

A la conclusión de ir solo llegué

pero eso ya no me gustó

por lo que previamente avisar

me pareció la solución ideal.


Tampoco eso funcionó.

Contar lo que ha de descubrirse

todavía más asustó.


Todavía estoy buscando la solución

y, mientras, con mi deambular sigo

solo o acompañado, eso, ya se verá.

Quiero decirte que te quiero.

Quiero mostrarte mi corazón.

Tú apariencia no busco

solo tu interior anhelo

pero lo escondes lejos de mi

por miedo a que no me esté quieto.

De mis arrebatos no tengas miedo

ya pasaron esos momentos

y ahora solo hablar deseo.

Pero todo tiene su lado bueno.

Despues de releer he visto lo que a primera vista no fuí capaz de ver.

Quizás, solo quizás, por fin, haya llegado el momento que llevo esperando todo este tiempo.

Nunca he sido capaz de entender por que cuando algo no puedes tenerlo ya no quieres siquiera verlo para así evitar el deseo.

Si algo no puedo tenerlo , al menos , me gusta verlo, admirarlo en su belleza, alegrarme con su florecer y saber que todo va bien.

Espero que algo así pueda llegar a ser realidad algún día.

Qué rapidamente pueden cambiar las cosas en unos pocos segundos.

Una mañana soleada a la que recibes como si fuera la primera de todas. La nunca vista y esperada con la que disfrutas y te relajas.
Sonries con satisfacción, contento de ver y sentir lo bien que van todas las cosas y , es entonces, cuando , por casualidad, lees.

Hubiera preferido no haberlo hecho, o no.

No lo se.

El caso es que lo he leído y han vuelto a mi presente heridas, aún no cicatrizadas, del pasado.

Hay heridas que cierran rapidamente y te olvidas de ellas.
Otras te permiten aprender para evitarlas en un futuro.
Pero otras nunca se cierran del todo. Una y otra vez vuelven para recordarte que ahí están, que no se han curado y que nunca se curarán y tienes que aprender a vivir con ellas.

Tienes que aprender a guardarlas en lo más hondo para evitar que quién te rodea pague un precio que no debe pagar por algo en lo que no participaron y que ni siquiera sospechan que en alguna ocasión te hirió.

Son heridas que no se infectan.

No te impiden vivir.

No necesitan medicinas porque tampoco existen.

Simplemente duelen.