martes, 22 de diciembre de 2009

Quiero agarrar el momento,
sujetarlo y así poder retenerlo.
Pero para poder vivir el siguiente,
no hay otra forma más que soltandolo.
Tengo que despedirme de uno
para poder saludar al otro.
En mitad de la noche, cuando los sonidos se amplifican por no tener donde esconderse, cuando un susurro rebota en la soledad y va rompiendo el silencio sin cuidado ni miramientos, es cuando ella aprovecha para emprender el vuelo.
Le gusta volar bajo, suave, sin aletear, planeando y persiguiendo esos sonidos que durante el día desaparecen casi antes de producirse pero que ahora , por fin, cobran vida propia.

Los sigue a distancia, los observa y cuando llega el momento en el que perdiendo fuerza van a desaparecer, rapídamente escoge otro y vuelve a empezar la persecución.

Todas las noches la espero. Me gusta verla volar. Ella me ve, me saluda y sigue su vuelo.
No se que haría si algún día no pudiera contemplarla.

lunes, 21 de diciembre de 2009

Nacemos al venir a este mundo y morimos al abandonarlo.
Pero aunque la muerte solo acontece una vez, el nacimiento es algo recurrente.
Nacemos varias veces a lo largo de nuestra vida.
En esos renacimientos no volvemos a la línea de salida. Continuamos con todas nuestras experiencias, recuerdos y vivencias pero algo nuevo nace igualmente.
Algunos solo lo viven una vez, otros lo hacen continuamente.
Yo lo acabo de hacer.
Estoy renaciendo.
Estoy en pleno proceso de asomarme a una nueva vida. Asomando las narices, mirando con entusiasmo, oliendo, tocando, rozando a veces, agarrando con fuerza en otras.
¡Renaciendo!.

viernes, 18 de diciembre de 2009

Qué difícil es contemplar y tener a la vez.
Quiero mirar, ver, observar, admirar
y al mismo tiempo quiero tocar, acariciar, recorrer.
Es el equilibrio ,
la armonía de poder hacerlo todo a la vez,
mezclando o sin mezclar,
viendo y sintiendo su cuerpo estremecer.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Mientras pensaba, me dormí.
Me dormi pero no encontré diferencia,
soñaba lo mismo que pensaba,
pensaba lo mismo que soñaba.
Si pensaba con mis sueños,
con mis pensamientos soñaba.
Si pensaba con ilusión,
mis sueños llenos de ilusión estaban.
¿Por qué no dormir?,
si ella, incluso entonces, así me acompaña.

domingo, 13 de diciembre de 2009

Magnífico día.
No se si hace sol o esta nublado.
Ya ni siquiera se si es de día o no,
quizas hasta llueva y no me entere.
Hará frío y saldré en mangas de camisa,
o me abrigaré y hará un calor espantoso.
Alquién me comentará algo sobre el tiempo
y yo solo podré decirle :
Magnífico día.

viernes, 11 de diciembre de 2009

Amontonandose las palabras,
recorriendo mi cabeza a velocidad de vértigo,
no sabiendo cuando hablaba y cuando pensaba,
diciendo, sintiendo, oyendo, disfrutando.

Deseando tocar, notar, acariciar.
Queriendo acariciar el aire
y consiguiendolo.

Deseando su esencia, su alma,
su mente y su corazón.
y acercándome.

Una sensación recorriendo mi cuerpo,
un sentimiento golpeando mi corazón,
una sonrisa dibujando mi cara
y una ilusión iluminando mi futuro.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Una sola imagen, un solo recuerdo,
bastaba para llenar una vida entera.
Una sonrisa , un leve gemido,
era suficiente para extasiarse de placer.
Una sola mirada, un simple latido,
le elevaban por encima de las nubes.
Si teniendo solo una pincelada de su ser
era capaz de rozar el cielo con los dedos.
¿Que podría llegar a hacer cuando la brocha de su vida empezara a recorrerle?.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Su secreto

SU SECRETO

"Esa mirada casi tímida,
entre juguetona e incisiva.
Ese pelo al viento, revoloteando,
rebelándose contra la cabeza del que nace.
Esa media sonrisa tierna y dulce,
pero con una pizca de escepticismo.

El mar como marco de rebeldía.
La cruz como contrasentido.
Y la camisa como refugio.

¿Con qué estará soñando?.
Quizás con las oportunidades perdidas
Quizás con las oportunidades por llegar.
Quizás no sueñe, quizás se agotaron sus sueños o
quizás sea solo una imagen reflejando lo opuesto a la realidad.

Su cabeza bulle, se revoluciona,
va tan deprisa que no existe para ella
la posibilidad de frenar.
A veces desearía hacerlo y
a veces necesitaría hacerlo.”

Lo estaba leyendo y no daba crédito a lo que veía.
Un desconocido le había dedicado un poema.
Bueno, más que un poema, parecía una secuencia de pensamientos inconexos, sin rima ni orden y sin embargo todo le parecía tan familiar.
Intentaba entender el significado de todo esto. No sabía si intentaba describirla a ella o era solo algo escrito sin más intención que agradar con las palabras.

Pero......le seguía pareciendo tan familiar.

Decidió no darle más importancia, a fin de cuentas, existía una seria posibilidad de que el destinatario real no fuera ella.
Había encontrado el papel en su buzón. Estaba cuidadosamente doblado y solo tenía escrito por la parte visible : “Para ti”.
Al abrirlo fue cuando se encontró esas palabras a las que no sabía como definir pero que la habían dejado confundida, intrigada e incluso ilusionada. La ilusión que le producía el misterio, ¿Quién sería?, ¿Por qué a ella?.

Había decidido aceptarlo como suyo, que más daba si no lo era, le parecía bonita la idea de que un desconocido le escribiera algo así, pero no paraba de darle vueltas a lo familiar que le parecía todo lo que estaba escrito. Era como si ya lo conociera y sin embargo estaba segura de ser la primera vez que lo leía.
Lo guardó en su bolso y se fue a trabajar. Su trabajo requería mucha concentración y además le apasionaba sobremanera lo que le hizo olvidar por completo el hallazgo matutino y dedicarse por completo a sus quehaceres. Lo único que no terminaba de gustarle de su trabajo era lo tarde que salía todos los días, no le dejaba tiempo para pasear, para disfrutar de la tarde en una terracita o para poder quedar de vez en cuando con los amigos a tomarse una cañita.

Llegó a su casa y al entrar en el portón , vio el buzón y se acordó de su papelito. No pudo evitar una sonrisa. Se le había olvidado por completo y sin embargo recordaba cada una de las palabras escritas. Subió los tres pisos a pie, le daba repelús el ascensor. En verano y con lo pequeño que era, si subías después de haberlo usado el vecino del cuarto, daban nauseas. Abrió la puerta de su casa e inmediatamente se cambió de ropa, se puso unas chanclas y con un melocotón que cogió casi a la carrera se sentó en el sofá a intentar averiguar algo más sobre ese poema.

Para ella ya era un poema, si estaba dirigido a su persona no podía ser de otra manera. ¿Un poema?, ¡Un poemazo!.

Lo que más le intrigaba era lo de la cruz, el mar y la camisa. Alzó la mirada y se encontró con su propia foto. Era una foto que le había hecho un buen amigo en el último viaje. Se la había dedicado y la tenía puesta en un lugar visible. No es que a ella le gustase verse, pero era un regalo muy especial de un amigo muy especial y por eso la tenía allí.
Su sorpresa fue mayúscula. Lo que decía el poema, lo que describía era lo que se veía en esa foto.
No podía ser, esa foto solo la conocía su amigo y ella...
Entonces....
Eso se lo había escrito él.
No, no podía ser. En ese momento estaba en algún lugar del Mar Adriático. Era imposible, ¿o no?.
Si, era imposible, pero.....
Decidió irse a dormir, esto empezaba a crearle malos rollos en su cabeza y con lo bien que le había sentado leerlo decidió dejar para el día siguiente analizar la parte negativa.

Durmió como una bendita.

Nunca más volvió a recibir nada, nunca supo quién se lo había escrito ni puesto en el buzón. Tampoco lo habló con nadie, ni siquiera con su amigo cuando regresó. Pero lo llevó siempre consigo. Era su secreto, le permitía soñar cuando los sueños la abandonaban, le permitía sonreír cuando las circunstancias lo impedían. Pero sobre todo le permitió darse cuenta que el más pequeño de los detalles a veces es suficiente para alegrar toda una vida.
Joaquín Sabina tituló a una de sus canciones "¿Quién me ha robado el mes de Abril?" y esa canción ha ido a mi lado de una forma muy íntima e inseparable.
Mi mes de Abril se había ido casi antes de llegar y , aunque sin tenerlo presente de forma continua, de vez en cuando, lo recordaba con un ligero vacio en el estómago.
Pero ahora ya , por fin, puedo decir que nadie me lo robó, simplemente aún no había llegado la hora del buen tiempo.
Mi mes de Abril está por llegar y mientrás tanto cantaré bajo la lluvia.