Una sola imagen, un solo recuerdo,
bastaba para llenar una vida entera.
Una sonrisa , un leve gemido,
era suficiente para extasiarse de placer.
Una sola mirada, un simple latido,
le elevaban por encima de las nubes.
Si teniendo solo una pincelada de su ser
era capaz de rozar el cielo con los dedos.
¿Que podría llegar a hacer cuando la brocha de su vida empezara a recorrerle?.
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