miércoles, 27 de abril de 2011

En la puerta, parado, sin saber si entrar o salir. Así estaba, sin decidirse, sin ni siquiera pensar en hacerlo. Observaba a los que entraban y su caras de expectación ante lo que se podían encontrar le incitaban a seguirles pero al observar a los que salían y ver sus caras de alivio se le quitaban las ganas.
El que salía no volvía a aparecer por allí y el que entraba no siempre salía.
¡Qué dilema!.
Si entraba y no le gustaba saldría decepcionado y no sabía si volvería a encontrar algo que la ilusión le devolviera pero si entraba, le gustaba y se quedaba ya no volvería a ver lo que había fuera, las caras de alivio de los que salían, las dudas de los que en la puerta se paraban dudando si dar el paso o no.
Y mientras tanto todos le preguntaban a él. Al verlo en la puerta daban por hecho que sabía todo sobre el interior, el exterior y los pasos intermedios.
¡A él que era el que menos sabía!.
Pero eso no le importaba y daba consejos e información puntual a todo al que se lo requiriera.

Un día se armó de valor y decidió ser él el que preguntase a uno que salía.
¿Qué hay ahí dentro?.
El individuo le miró perplejo sin entender y le respondió :
¿Me quieres tomar el pelo?. Ahí dentro estás tu.

lunes, 4 de abril de 2011

   Amanece, sale el sol, te cruzas con personas que van a trabajar, otras se toman su primer café y las hay que se toman el último. Nada parece fuera de lo común, el movimiento de la ciudad es el de un día cualquiera y , sin embargo, hoy es un día especial.

   Estamos vivos, podemos sonreir aunque no lo hagamos, podemos disfrutar de todo lo que nos rodea , aún sabiendo que mucha gente no lo hará, pero eso es porque no quieren. El día despierta para todos igual y siempre hay algo, alguien, que su presencia, su recuerdo o su voz sería suficiente para sentirnos afortunados, únicos y acompañados.

   Unos tienen a la familia, otros tienen a los amigos, otros tienen las dos cosas. Unos tienen el pasado, otros el futuro y otros ambos a la vez.

   Una frase, un buenos días, una sonrisa que , aunque no vaya dedicada a ti, te hace sentir que todo es posible. Comprender que la felicidad no consiste en alcanzar las metas sino en intentarlo es , quizás, lo más difícil de esta vida. La felicidad es ser capaz de disfrutar con lo que se tiene, dandole su valor, su importancia, su sitio.

   Días cómo hoy escasean y , sin embargo, todos los días son cómo hoy.