domingo, 19 de junio de 2011

En un mundo sin sentido, abriendo y cerrando puertas que siempre deberían estar abiertas, atravesando muros que no deberían existir, rompiendo moldes que no molestan a nadie y al romperlos ya no pueden volver a ser, gritando lo que debería ser un susurro y susurrando lo que un grito debería ser o , quizás,  callando , hablando, diciendo o simplemente existiendo sin deber.

En un mundo al que no pertenezco, que ni me quiere ni me reclama, al que yo no quiero y con quién no quiero compartir. En un mundo donde la miseria es costumbre y la opulencia es admirada, donde el grande es un miserable y el pequeño es despreciado, donde lo bueno huele y lo malo abunda, donde tu estás y le sigues la corriente y donde yo estoy e intentan obligarme a remar río abajo y , cuando me niego, me llueven las razones y las presiones para hacerme ver lo equivocado que estoy.

¡Si!, ¡Estoy equivocado! . ¿Y qué?.

Quiero ser un equivocado, quiero remar río arriba, ir contracorriente y así, con esa excusa, poder seguir haciendo y diciendo lo que me viene en gana. Molestando, incordiando, provocando y , algún día, por fin, durmiendo en paz.