viernes, 27 de abril de 2018

Ojala hoy fuera un día como otro cualquiera pero no lo es.

Hoy noto lo que no notaba y siento lo que no sentía.

Pienso lo que no pensaba y me retuerzo como si fuera otro día.

Hoy vuelvo a mis orígenes que no anhelaba pero que me esperaban con una sonrisa burlona porque sabían que a ellos volvería.

Hoy recuerdo lo que soy, lo que seré y, lo que es peor, lo que nunca llegaré a ser.

Hoy acabará y , de nuevo, empezará.

lunes, 23 de abril de 2018

No recuerdo.
Por no recordar ni siquiera se que es lo que quería recordar y soy feliz.
La ignorancia es la mejor receta para la felicidad.
No saber, no recordar, no querer recordar y sonreir con esa sonrisa estupida que te da la tranquilidad de la estupidez.

domingo, 15 de abril de 2018

Mirada extraviada que no sabes si es por falta de luces o por ausencia total de ellas.

Movimientos extraños, nunca elegantes, mas propios del heredero de la corona que está acostumbrado a gandulear mientras espera que le llegue el turno de reinar aún sabiendo que este nunca llegará.

Hambre infinita, sueño perenne, lealtad desconocida e instintos carentes de toda lógica.

No sabes si es tonto o es tonto pero , en ocasiones, lo disimula y aparece una mirada inteligente que es solo fruto de una equivocación del azar.

Así es y a él no le importa así que ¿quién soy yo para juzgarle?.

 Vive feliz o eso aparenta y a él le basta y le sobra.

Es Nilo y lo será mientras él quiera serlo.

sábado, 14 de abril de 2018


   Era 20 de Mayo y el calor ya empezaba ser aburrido. Lo había recibido casi con entusiasmo pero como todo lo que se repite era ya de una pesadez insolente. Miraba por la ventana de su casa y al ver el sol calentando el asfalto se le quitaban las ganas de pisar la calle y como trabajaba desde casa tampoco tenía mucha necesidad. En ocasiones pasaba días sin salir. Encargaba la comida por teléfono y entre el trabajo y gandulear a ratos se le pasaban las horas casi sin darse cuenta.

   Tenía un proyecto entre manos que debía tener terminado antes de acabar la Primavera pero le estaba costando más esfuerzo del que había pensado. Su vida era la publicidad y estaba en ese momento en el que se iba a decidir si daba el salto a la primera línea de los grandes o se quedaba como segundón durante unos cuantos años más o durante el resto de su vida.
Comida para canarios reconvertida en comida para humanos.

   No, no era eso. Piscivol era una empresa especializada en comida para pájaros pero por una de esas cosas extrañas que hace la gente habían decidido fabricar también comida para humanos y estaban empeñados en hacerlo con el mismo nombre para aprovechar la fama que ya tenían.
Lo habían discutido hasta el aburrimiento con el dueño de la empresa pero el muy tarugo se cerraba en banda y ahora no veía la forma de hacer que la gente comprara para su consumo algo de la misma marca con la que se vendía la comida de los periquitos y eso le estaba provocando un estres y una ansiedad que amenazaba con hacerle perder el poco pelo que le quedaba y eso que todavía era joven.

   Coño. Si solo tengo 32 años y ya tengo más cabeza sin pelo que con él – exclamó al mirarse
al espejo cuando se disponía a peinarse y al mismo tiempo observo un minúsculo intruso que se paseaba por la pared que estaba justo al otro lado. Cogió la chancleta y aplastó al bicho sin compasión y al mismo tiempo … ¡Claro!. Eso es. Ya tenía la solución a todos sus problemas.
Si un naranjo podía convertirse en limonero haciendo el injerto correcto o en mandarino porque no disociar la marca de la comida para pajaritos y asociarla a la alimentación en general.

¡ALIMENTACIÓN!. Ese era el truco.

   Piscivol ya no sería una marca de comida para nada en concreto. Se convertiría en una marca de nutrición para seres vivos y así podrían abarcar a cualquier tipo de animal. Era genial. Todavía no se podía creer como no se le había ocurrido antes siendo tan sencillo.
Ahora solo le quedaba preparar una presentación espectacular, buscar una frase con gancho, una imagen de referencia. Si, si, eso era......

Bip, bip, bip...
   La máquina iba señalando los latidos de su corazón y su cuerpo estaba conectado a varias máquinas que monitorizaban todas sus constantes vitales.
¿Qué le ha pasado a este? - preguntó la enfermera que entraba de guardia a la que estaba relevando.
   No lo se muy bien pero Juan me comentó que resbalo en el cuarto de baño al pisar algo húmedo que había en el suelo y está en coma. No creen que se pueda recuperar pero nunca se sabe. El caso es que me ha parecido verlo sonreir varias veces pero... a saber.

Y sonreía. Claro que sonreía.

Hoy no hay sombras ni aguaceros.

No sopla viento ni crujen las ramas.

No llora por nadie el ciprés ni se lamenta la morera de su soledad. 
Todos han olvidado por una vez sus torpezas y sus arrugas y solo esperan el momento de la vuelta. 
El momento en el que se abra la puerta y marque el principio de la fiesta.

Nilo cantará el cumpleaños feliz con su ronquera y falta de entonación habitual pero que lo hace con tanto entusiasmo que no se notará.
Los limones empezarán a moverse al compás y seguro que alguno, más torpe de la cuenta, se caerá rodando mientrás otros le dicen que no disimule. Que lo ha hecho aposta para tener más protagonismo.
El prunus, tan serio él, hará ligeros movimientos pero sin muchos aspavientos no vaya a ser que algún vinagrillo crea que se le puede perder el respeto. Hoy lo hace pero cuidado que a él nadie se le sube a las barbas. Los cipreses sonreiran esperando que ella se de cuenta que están más tiesos que de costumbre intentando impresionarla con su porte y gallardía y la morera intentará que un nuevo brote salga disparado hacia el cielo para que sepa que ya, que ya está llegando y lo hará como lo hace todos los años.
Habrá baile de hojas y ramas y la piscina ofrecerá cocteles a todo el que quiera asomarse mientras la tortuga tocará la batería como si no hubiera un mañana.

Y todo esto lo harán casi sin hacer ruido. De una forma pausada, tranquila, como solo ellos saben hacerlo y sin esperar nada a cambio porque saben que el resto del año están siendo cuidados, alimentados y mimados y ahora, hoy, les toca a ellos tener un pequeño gesto de agradecimiento.