martes, 30 de marzo de 2010

En las horas oscuras, cuando ya nada ni nadie está presente, cuando la soledad se convierte en un placer no deseado, apareces tu,  me acompañas, me arrullas, me escuchas, me hablas y conviertes mis sueños en realidad.

jueves, 18 de marzo de 2010

Reencontrandome, aprendiendo, descubriendo día a día quién soy y lo que hago.
Es cierto que nunca se deja de aprender pero , aunque se nos llena la boca al decirlo, casi nunca nos paramos a pensar en ello porque realmente aprendemos pocas cosas.
Si es cierto que la vida, los amigos, los hijos, la gente en general nos dan oportunidades todos los días de aprender de ellos pero rara vez aprovechamos sus enseñanzas.
Yo estoy descubriendo lo que significa aprender de verdad, aprovechar esas oportunidades que te brindan los que te rodean. Es posible que no consiga aprenderlo todo pero lo estoy intentando y, al menos, soy consciente de lo mucho que me queda por entender, por conocer, por reconocer y me he dado cuenta de lo fácil que es.
Solo consiste en desmontar un poco tus verdades absolutas, en no dar por sentado que tus convicciones son las correctas y en escuchar, escuchar atentamente e intentar ponerte en el lugar de los otros. Si eso se consigue se puede llegar a descubrir un Universo de cosas nuevas, cosas que te han pasado desapercibidas durante años y que , sin embargo , estaban a la vuelta de la esquina.
Os aseguro que es una de las experiencias más relajantes y a la vez más motivadoras que existen.

domingo, 14 de marzo de 2010

En la soledad de la noche, cuando estar solo ya no es un placer y empieza a convertirse en un castigo, cuando ni la oscuridad ni la luz te acompañan, en esos momentos de incertidumbre, de pensamientos oscuros e inconfesables, es cuando te encuentras con tu parte más íntima. Es cuando la zozobra da paso a la calma, una calma inquietante y excesivamente silenciosa es una calma sobrecogedora que no te deja tranquilo.
Intentas escudriñar tu interior y cuanto más profundizas, más perdido te encuentras.
La ignoracia me mata, me puede, me ofusca. Siempre he querido saber, pero ahora empiezo a pensar que no es algo que quiero, es algo que necesito. Mi ansía de conocimiento no es tanto una querencia como una forma de vivir sin la zozobra de lo desconocido.

martes, 9 de marzo de 2010

Hoy es un día especial.
No hay música, ni luces de colores.
Los niños van al colegio.
Los padres trabajan o buscan trabajo.
Los adolescentes se enamoran o desenamoran
y los estudiantes estudian o buscan la forma de no hacerlo.

Hoy es un día especial.
El calendario no lo sabe.
Las nubes ocultan el sol y
el frío aprieta sin percatarse de ello.
El mundo sigue su curso
sin pararse a pensar en lo que se está perdiendo.


Hoy es un día especial.
No hay diferencia entre ayer y hoy.
Yo lo se y mi niña tambien.
Es especial tal y como lo fue ayer.
Tal y como lo será mañana.
Es especial y solo nosotros sabemos por qué.

viernes, 5 de marzo de 2010

Cumbres escarpadas, lejanas,
difíciles de recorrer, fáciles de admirar.
Unas veces cubiertas de nieve,
otras yermas y azotadas por el viento.

Todas juntas formando una cordillera casi inaccesible
pero siempre mostrando un camino ,
una vereda , un sendero , invitándote a recorrerlo,
avisándote de los peligros, retándote a superarlo.

Valles fértiles, hermosos, tranquilos,
permanecen protegidos.
Son remansos de paz, de descanso,
de olores y sabores casi infinitos
pero que están bien guarnecidos.

No accederas a ellos sin antes atravesar los cortados,
las empinadas laderas, los barrancos cortados a cuchillo.
Rápidos en los ríos, cascadas y remolinos.
Aludes en las cumbres, frío , falta de oxigeno.

Todo se vuelve complicado y fascinante al mismo tiempo.
No hay rincón que no irradie vida y belleza.
La llegada a los valles no es un fin en si mismo,
solo una parada para poder seguir camino.
¡Qué placer haber descubierto el paraíso!.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Una luz apareció en el horizonte.
Empezó a iluminar con tal fuerza e intensidad que deslumbraba a todo el que osara fijarse en ella.
Todos la admiraban, le escribían poemas, la pintaban de mil colores pero nadie se le acercaba.
El miedo a quemarse era tan grande que preferían imaginar y soñar con ella antes que correr el riesgo de intentar descubrir su verdadera naturaleza.
La luz permanecía. Unas veces calentaba, otras parecía apagarse para a continuación mostrar destellos de mil colores. Se paseaba por los campos, recortaba las montañas , surcaba los ríos y saltaba sobre las olas.
El tiempo pasaba y nadie parecía preocuparse por la luz.
La veían tan imponente, tan majestuosa, tan espléndida que no parecía necesitar nada ni a nadie.
Todo siguió igual durante años hasta que un día la luz desapareció del horizonte.

Tiempo después un campesino , al volver de su trabajo en el campo, cansado y con pocas ganas de hablar decidió cambiar su habitual camino y tomó un sendero por el que nunca antes había ido.
El sendero no era precisamente un camino cómodo, estaba lleno de piedras, mal cuidado y los obstáculos que se iba encontrando le hacían tropezar continuamente.
Cuando ya llevaba un buen trecho recorrido vio en una ladera del camino a la luz. Ël nunca antes la había visto, ni siquiera había oido hablar de ella.
Se acercó, la contempló y acercó una mano para tocarla. Al hacerlo un relámpago de satisfacción recorrió su cuerpo.
Esa luz no era realmente una luz. Era un ser. Un ser que irradiaba energía por todos sus poros. Un ser encantador, conversador, lleno de alegría y de melancolía a la vez. Un ser con una inteligencia fuera de lo normal. Un ser con infinidad de cosas por enseñar y sediento de aprender pero un ser solitario.
Se había pasado toda su vida mostrándose con la intención de encontrar a alguien que quisiera compartir con él esa sabiduría, ese hambre de conocimiento.

A partir de ese día el campesino ya no podía pensar en otra cosa. Necesitaba el contacto con la luz, verla, escucharla, contemplarla y , a la vez, contarle sus pensamientos más íntimos, contarle su vida, sus proyectos, sus anhelos.
Lo que el quería era poder encontrar un proyecto, el proyecto, que a partir de ese momento pudiera convertirse en algo común, una ilusión de los dos. Sabía que a partir de ese momento ya nunca se sentiría solo pero ¿Cómo hacer que la luz sintiera lo mismo?.
No conocía la formula para conseguirlo y tampoco la buscaba. Por el momento se limitaba a disfrutar de su compañía, sin pensar en el futuro, solo viviendo el presente y disfrutando de él.

Un día la luz le comunicó que necesitaba permanecer un tiempo escondida, apartada de todo. Necesitaba aclararse, entender lo que le estaba pasando y el por qué.
El campesino, lleno de tristeza, lo entendió y respeto su decisión.
Todos los días iba al camino y, a distancia, observaba y buscaba a su luz. No quería acercarse para no molestarla con su presencia, solo esperaba ver algún día, de nuevo , ese brillo que tanto echaba de menos. Sabía que tarde o temprano volvería a verla. Lo que no sabía era como la encontraría pero no le importaba, con volver a verla le era suficiente.
Mientras tanto su recuerdo le llenaba de alegría y satisfacción por haber encontrado, por fin, lo que llevaba deseando encontrar durante toda su vida. Conocer el amor verdadero.

Pasó el tiempo y el siguió fiel a su cita en el camino y así estuvo haciéndolo , día tras día.

Una tarde, conforme se iba acercando, notó algo diferente. No veía la luz, pero algo le decía que esa tarde no era como las demás. El aire era diferente, más puro, más limpio. Los ramas de los arboles se movían de forma armoniosa, tranquila, parecían contentos.
Lo sabía. Eso solo podía significar que su luz había vuelto.
La vio.
Allí estaba, sonriente, tranquila, esperándole.
Se acercó a ella y ella se acercó a él.
Ella le dijo : "Fuiste el primero que quiso conocerme tal cual era. Fuiste el primero en darme auténtica esperanza de poder ser como soy sin que ello supusiera un problema. Eres el primero que ha sido capaz de esperarme, sin pedir explicaciones, sin impacientarse.".
Y él le respondió : "No se si seré el primero. No se si seré el último. Lo único que se es que , aquí y ahora, tu eres la única y espero que eso siga siendo así.
El tiempo no es tiempo contigo, pero sin ti se hace insoportable y sin embargo, al volverte a ver, parece que fue ayer cuando nos vimos por ultima vez. Tu eres tu y eso es exactamente lo que yo quiero. No quiero un reflejo de ti, no quiero una imagen distorsionada de tu realidad.
Yo te quiero a ti con todo lo que tu eres y significas."

Se cogieron de la mano y dando un paseo se fueron adentrando en el bosque.
Esa fue la primera separación , no fue la última, pero ninguna de ellas provocó la más mínima duda entre ellos.
Se querían, se amaban y se respetaban.

A la princesa de mis sueños encantados.