jueves, 24 de junio de 2010

Una sola caricia recorre todo mi cuerpo como si su mano se multiplicara y fuera capaz de abarcarlo todo con un solo gesto.
Un solo beso llena mi alma, mis anhelos y convierte mi pesado y viejo cuerpo en ave ligera que surca el cielo sin miedo.
Una sola mirada llena mis alforjas de alimento suficiente para que no pase más hambre y a la vez quiera seguir comiendo.
Una sola frase convierte lo mundano en arte, lo feo en único y lo díficil en algo ya conseguido.
Si con solo eso es capaz de darle color a mi vida no quiero ni pensar lo que sería capaz de hacer si repitiera, si la continuación se convirtiera en costumbre y la costumbre acogiera mi vida.

domingo, 20 de junio de 2010

Mi cuadro

Dar pinceladas de multiples colores, sin sentido, al azar, sin reflejar ningún paisaje, nada reconocible pero reflejando la intensidad, la luz, la mezcla de tonalidades que mi corazón , mis sentidos, mi cuerpo lleva dentro en plena ebullición luchando por salir , por expresar lo que las palabras, los gestos, las miradas no alcanzan a mostrar.
Ese es mi sueño, poder reflejar al mismo tiempo, relajación, tranquilidad, sosiedo mezclado con arrebato, pasión, locura. Mezclar colores pastel con otros intensos, fuertes, algún granate furioso con un naranja meláncolico, un azul intenso con un amarillo de luz tenue y tranquilizadora, convertir lo absurdo en racional y lo racional en desordenado.
El día que consiga pintar así podré, por fin, descansar porque cuando alguién me pregunte el por qué , el por quién solo tendré que mostrarles el cuadro. No lo entenderán y seguiran preguntando más perplejos todavía pero yo descansaré porque en él les estaré mostrando todo lo que hay en mi, todo lo que ella me inspira, todo lo que soy y no me importará que nadie más lo vea porque se que ella si que lo ve, si que lo entiende y con eso me sobra y me basta.

jueves, 17 de junio de 2010

Si pudiera ayudarla

Si pudiera ayudarla sería el hombre más feliz, aunque solo fuera con una palabra, con un gesto, con una sonrisa, cualquier cosa que estuviera en mi mano, saltaría, bailaría, cantaría, recitaría poemas, correría haciendo el pino y tocandome la nariz al mismo tiempo.
Si pudiera ayudarla lo haría sin dudar, sin pensar en consecuencias, en peligros, en opiniones ajenas, en dignidades o timideces, lo haría una y mil veces, lo repetiría una y otra vez aún a riesgo de aburrirla y cansarla, aún sabiendo que ella no lo quiere, que me pide quietud y silencio.
Y si no pudiera hacerlo me daría igual, inventaría la forma, la manera de parecer que puedo hacerlo, reventaría muros con la cabeza, derribaría murallas indestructibles y lo haría aún sabiendo que justo despues tendría que volver a empezar con el siguiente muro, con la siguiente muralla.
Si pudiera ayudarla....

domingo, 13 de junio de 2010

Mientras duerme

Velo sus sueños mientras duerme, lo hago con dedicación, con la ternura que solo ella es capaz de inspirarme y es que duerme como una bendita. Verla así es como ver un peluchito tierno pidiendote mimos, mimos que me aguanto para no despertarla y que le doy solo con el pensamiento pero se que a ella le llegan como si los estuviera dando de verdad y es que los mimos que mi pensamiento le dedica son auténticos, son verdaderos, son, incluso, más intensos y profundos que muchos otros que di en el pasado de una forma directa.
Es una criatura nacida para amar y ser amada.

sábado, 12 de junio de 2010

Extraños mecanismos los de la mente

Sorprendido, pero no tanto como sería de esperar, me he encontrado al ser consciente de algo que me viene ocurriendo.
Solo lleva en mi vida seis meses y sin embargo al rememorar recuerdos de hace años lo hago como si ella hubiera estado presente en esos momentos. La veo, le cuento, rio con ella y vive esos momentos conmigo aún sabiendo que no estuvo allí, que no los vivió, que no los conoce porque es imposible contarle toda una vida pero la imagino interactuando en todos ellos.
Los recuerdos son algo extraño ya que dos personas que vivieron los mismos acontecimientos los cuentan de forma completamente distinta y yo me pregunto si no será que de verdad los viví con ella y ha sido hasta ahora que no me había dado cuenta. Quizás mis recuerdos me engañen y la conozca de toda la vida pero mi mente decidió borrarla esperando el momento de permitir que volviera a mi para poder vivirlo con la plenitud que lo estoy viviendo.
¿Son fieles mi recuerdos a la realidad?, ¡Qué más da!. Son mis recuerdos y si ella aparece en ellos son unos recuerdos llenos de pasión, de autenticidad, de felicidad compartida.
Ya me da lo mismo si la verdad es la verdad o la mentira es la mentira. Lo que me importa es que en mi verdad y en mi mentira ella está y eso ... eso es más grande que cualquier otra cosa.

jueves, 10 de junio de 2010

Supongo que todo tiene un límite. En la mayoría de los casos es un límite desconocido, a veces casi inalcanzable pero el problema de los límites es no verlos venir, encontrártelos de sopetón sin previo aviso y sin ningún síntoma que te permita intentar no sobrepasarlo.
Odio los límites, nunca los he querido en mi vida pero por desgracia me han perseguido, como imagino que a todo el mundo, a lo largo de los años.
El vaso se va llenando y tu estás encantado de verlo llenar pero un buen día se desborda y te dices : ¿Por qué no supe parar a tiempo?. El problema es cuando lo que no sabes parar son demostraciones de cariño, de amor, de admiración, de ternura y son esas mismas demostraciones las que desbordan el vaso.
 Y lo entiendo, no puedo pedir a los demás un límite parecido al mio pero .......
Espero no sobrepasar ese límite, espero incluso que ese límite no exista ahora, que nuestros límites vayan de la mano pero no las tengo todas conmigo.
Caminaba por un bosque casi impenetrable, árboles tremendamente grandes con copas que impedían todo paso de luz y convertían el día en noche oscura. El viento temía adentrarse por si le era imposible encontrar el camino de salida y tenía que vagar eternamente dentro de él. Ni pájaros, ni roedores asomaban la naríz en aquellos parajes oscuros, espesos, antipáticos. La humedad reinante impedía el reposo y pararse a descansar era más agotador que continuar la marcha. Las raices, las enredaderas, los matojos te hacían tropezar a cada paso que dabas. Nadie quería entrar, nadie podía salir y la soledad era la seña de identidad de ese prodigio de la naturaleza pero yo estaba a gusto. Era mi hogar, mi referencia, el sitio en él que me encontraba a mi mismo todos los días.
Un día escuché un murmullo, murmullo que se fue haciendo voz, voz que se convirtió en risa, risa que se transformó en compañera. No era el único que disfrutaba de aquello que el resto despreciaba y temía  a la vez. Me sorprendí hablando con alguién que tenía mis mismas motivaciones, parecidas preocupaciones, gustos afines y que , como yo, llevaba años viviendo en el bosque. Nunca nos habíamos cruzado hasta ese momento pero nuestros caminos, en muchos sentidos, habían sido paralelos.
Apreciaba la soledad, la sordidez, la intrincada, complicada y a la vez fascinante complejidad de aquellos seres vivos que no por no ser capaces de hablar o moverse perdían ni un ápice de vitalidad.
No salía de mi asombro, yo que estaba completamente convencido de mi rareza única e inimitable, me encontré compartiendo toda mi vida con alguien que parecía conocerla mejor que yo por haberla vivido de la misma forma y descubrí que ese bosque al que tanto amaba era diferente a lo que yo hasta ahora pensaba. Era mucho más bello, más placentero y más agradable de lo que jámas podría haber soñado y lo era porque ya no solo era mi hogar, era tambien el hogar de ella y ella irradiaba luz donde no había, emanaba calorcillo al que la humedad no se atrevía a amenazar, ofrecía lugar para los pajarillos y las ardillas que estos aceptaban y daban nueva vida.
Mi bosque se convirtió en nuestro bosque, en el lugar que a la pasión, al frenesí, a la aventura y al placer de la soledad buscada, se añadian ahora la amabilidad, la sonrisa tranquila, la seguridad de la compañía y algo que hasta ese momento no era consciente de desconocer , el amor.

martes, 8 de junio de 2010

Sin saber cómo ni por qué, respirando el aire con intensidad, con placer y con una tranquilidad desconocida hasta ahora.
Sin saber por qué el destino me reservó esta sorpresa , este regalo tantas veces añorado y que me ha llegado como una tormenta de verano, inesperada, placentera, remojando y reverdeciendo el seco campo y provocando una nueva visión , un torrente de sensaciones, de olores , de risas y sonrisas.
Sin saber por qué y a la vez conociendo perfectamente la causa, el origen, el motivo, lo que lo alimenta, nutre y acrecienta.
Sin saber por qué y regocijandome en ese desconocimiento que me permite creer en los misterios, en los tesoros escondidos, en las aventuras por vivir.
Sin saber por qué pero sabiendo por quién.

viernes, 4 de junio de 2010

Iba por un sendero aburrido, polvoriento y con una sed tremenda. No disponía de agua y tampoco parecía que la fuera a encontrar en bastante tiempo. Estaba todo tan seco que el agua parecía haberse olvidado de ese sitio hacía muchos años.
La boca seca, los labios agrietados y mi mente empezando a perder la noción del tiempo. Así caminé durante horas o quizás fueron días o podrían haber sido semanas, meses o incluso años y todo ese tiempo sin beber, ni saliva era capaz de producir para volvermela a tragar y así engañar al cuerpo.
Arrastraba los pies y al hacerlo levantaba mucho polvo, polvo que entraba por mi boca y agudizaba todavía más mi infortunio.
Por fin caí muerto en mitad del sendero y nadie me recogió, nadie me enterró. Solo allí me quedé pudriendome al sol y entonces empezó a llover.
Si pudiera comermela ni un instante lo dudaría.
Si fuera posible bebermela, a sorbitos pequeños lo haría.
Si ella quisiera y se dejara en romería la llevaría.
Si mis sueños se realizaran mi reina ella sería.

Me la comí, la bebí, en romería la llevé
y , por fin,en mi reina convertía.
Pero cuanto mas comía y bebía mas hambre tenía.
Y mientras pueda así seguiré.
Redonditos pero no circulares, se mueven y cambian según su estado de ánimo. A veces acompañan duros y amenazantes, otras se vuelven alegres y graciosos pero nunca permanecen impasibles.
En ocasiones, en momentos de concentración casi desaparecen para ayudar con todas sus energías a la labor de su cabecita. Cuando está contenta sobresalen llamando la atención, queriendo participar de la fiesta y reclamando su parte, su protagonismo y lo hacen con tal gracia que lo consiguen. Ya lo creo que lo consiguen y si no se convierten en los reyes de la fiesta es porque su mirada también pelea por ese puesto y siempre sale ganadora con permiso de su boquita que con esa sonrisa ilumina la estancia.
Aún así, aunque no sean los ganadores, aunque la gloria siempre se la lleven los ojitos y su boca siempre guardo un lugar especial para ellos, un premio que solo ellos conocen y que me lo agradecen de tal forma que mi predilección por ellos va en aumento día a día.
Algún día, en alguna ocasión caeré en la tentación de robarselos a su dueña y cuando eso ocurra como ella no se querrá separar de ellos no le quedará más remedio que venirse a mi lado, aunque solo sea por no perderlos.
Miro hacia el horizonte y no veo , solo miro. Más que mirar busco y no encuentro. El horizonte es una línea fija casi imperceptible, incluso insulsa pero por alguna razón que se me escapa atrae la mirada de todos. Quería probarlo, quería entender el por qué de dicha atracción y definitivamente ni la entiendo ni voy a gastar ni un segundo más de mi vida en intentar entenderlo.
Con lo bonito, agradable e inesperado que puede ser lo que te encuentras tanto por encima como por debajo de esa línea, ¿Por qué malgastar tiempo y energías en descifrar una linea que tan solo es una separación entre cielo y tierra?.