Si pudiera ayudarla sería el hombre más feliz, aunque solo fuera con una palabra, con un gesto, con una sonrisa, cualquier cosa que estuviera en mi mano, saltaría, bailaría, cantaría, recitaría poemas, correría haciendo el pino y tocandome la nariz al mismo tiempo.
Si pudiera ayudarla lo haría sin dudar, sin pensar en consecuencias, en peligros, en opiniones ajenas, en dignidades o timideces, lo haría una y mil veces, lo repetiría una y otra vez aún a riesgo de aburrirla y cansarla, aún sabiendo que ella no lo quiere, que me pide quietud y silencio.
Y si no pudiera hacerlo me daría igual, inventaría la forma, la manera de parecer que puedo hacerlo, reventaría muros con la cabeza, derribaría murallas indestructibles y lo haría aún sabiendo que justo despues tendría que volver a empezar con el siguiente muro, con la siguiente muralla.
Si pudiera ayudarla....
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario