miércoles, 28 de marzo de 2012

Tristeza y soledad siempre de la mano van.

Soledad de mis amores sin cuya compañía no sé caminar.

Tristeza que no tengo y , en ocasiones, me tengo que inventar.

Soledad y tristeza que, en mi caso, tuve que separar.
Mares profundos, de lagrimas llenos.

Lagrimas que de nada sirvieron,
a nadie consolaron
y, en el inmenso oceáno, se perdieron.

Con el tiempo se evaporaron
y ni un recuerdo dejaron.
¿Para qué tanto llanto?.

¡Mares profundos, de lagrimas llenos!.

viernes, 23 de marzo de 2012

Sueños anhelados e incumplidos machacando tu corazón y deshaciendo tu espíritu.

Sueños, que nunca fueron ni serán, llenando tu refugio de melancolía y tristeza.

Sueños....reemplazados por otros nuevos que llenan los huecos vacios.

Sueños nuevos, que te hacen olvidar los fracasos, te renuevan y hacen parecer pequeños a los viejos.

Sueños, viejos y nuevos, que conforman tu vida y a los que nunca debes renunciar.

jueves, 22 de marzo de 2012

La tristeza te invade, las oportunidades perdidas escuecen y dormir no te dejan. Miras las paredes que te recuerdan tu aislamiento, tu soledad y tu falta de acierto. El techo, cada día más bajo, te va encogiendo y tu cuello casi no es capaz de soportar el peso.

Las sucias ventanas, ya, ni a los rayos de sol dan permiso para entrar y el frío invade todo lo que te rodea. Tu amiga, la muerte, te mira desde una esquina esperando su oportunidad, su momento y aunque siempre la mantienes a raya, cualquier día será más fuerte que tú y conquistará el poco espacio que te queda.

Soplas, resoplas, suspiras y vuelves a mirar a tu alrededor sin llegar a ver nada. Tus ojos, casi desaparecidos en las cuencas, no son capaces de apreciar colores ni matices. Solo ven un gris monótono y nada alentador.

Y , justo en ese momento, aparezco yo y te digo : "Ven".

No te lo piensas dos veces. Vienes y preguntas : "¿Para qué?".

"Para despertar" - te respondo - "Para salir de esa pesadilla y enseñarte a soñar. Otra cosa no sé pero de sueños te puedo enseñar todos los que quieras".


Juntos abandonamos aquél sitio.
Juntos soñamos un mundo nuevo.
Y , ahora separados, seguimos soñando.

Lo que ella nunca supo es que yo aprendí más de ella que ella de mí.
Lo que ella nunca supo es que yo estaba más perdido, más angustiado y más desesperado que ella.
Lo que ella nunca supo es que a la vida me devolvió.

Arturo y unos cuantos días más.

¡Hola!.

Me llamo Arturo y soy muy bajito.

Mis padres han subido todo a sitios muy altos para que yo no los pueda coger.

¡No hay manera!.

Lo he intentado. He saltado. He cogido carrerrilla, he vuelto a saltar y casi me como la pared.

¡Soy muy bajito!.

Son crueles pero , algún día, creceré y entonces .........

viernes, 16 de marzo de 2012

Con piedrecitas, en el monte, su nombre escribí.

Lo hice con la esperanza que el viento lo acogiese, lo arrullara y a mi lo devolviera.

Solo el triste silencio me llegó.

En vez de borrarlo, de nuevo, volví a escribirlo con ramitas de romero esperando que esta vez fuera su olor lo que me llegara.

De nuevo fracasé pero , aún así, volví a intentarlo.
Esta vez solo suspiré con lo más hondo que mi corazón era capaz.

Ahora si me lo devolvió.

Fue el mar.

Me regaló un suspiro como yo, hacer, nunca sería capaz.

Le di las gracias y me fui.

El mar me decía :

"Olvida, no esperes pero, de ninguna manera, desesperes".

jueves, 15 de marzo de 2012

La casa (6 de 6)

Como pudo llegó al centro del recibidor.
Desde allí podía ver los tres regueros de sangre que había dejando en su deambular de una lado para otro.
Empezó a buscar con la mirada recorriendo toda la estancia a ver si lo que buscaba con desesperación estaba a simple vista y....

¡Alli estaba!.

No estaba oculto. Nada lo tapaba. Apenas cuatro metros lo separaban de su anhelado tesoro.

Pero no tenía fuerzas.

Ya no podía más.

Se tumbó boca arriba para intentar recuperar algo de aliento y así poder cogerlo y salir de la casa.

Poco a poco fue cerrando los ojos.

Los cerró del todo.

Y nunca más volvió a abrirlos.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Mil veces llamarte quise y ninguna lo hice.
Mil cosas quise decirte y todas en mi boca quedaron.

Mal sabor no me dejó porque eran bonitas y las pude saborear y disfrutar.

Nunca te las diré, su sonido nadie escuchará, para mi siempre quedarán.

Son mi tesoro, ese que ningún mapa mostrará
 y que, a mi lado para siempre, permanecerán
cuando este mundo me toque abandonar.

martes, 13 de marzo de 2012

La casa (5 de 6)

Con un tremendo esfuerzo consiguió llegar a la última estancia que le quedaba por visitar.
Esta vez ya no se soprendió al encontrar que esta también estaba completamente vacia.
Lo iba sospechando mientrás se acercaba pero ya no lo quedaban ni fuerzas para pensar. Si lo hubiera hecho habría caido en la cuenta que al atravesar el recibidor hacia esa estancia podía haber aprovechado y buscar ahí mismo.
Si lo que buscaba estaba en la entrada principal se habría ahorrado mucho esfuerzo y , lo que era más importante, mucha sangre.

Al menos, ahora, ya sabia donde tenía que estar. Ya solo quedaba un sitio posible.
El primer sitio en el que había estado.

La desesperación casi le invade al darse cuenta de todo lo que se podía haber evitado si, desde el principio, hubiera buscado en la primera estancia en la que se había encontrado pero no, tenía que empezar por lo más difícil, lo más lejano y al comprobar lo cerca que lo tuvo desde el primer momento casi se derrumba.

Consiguió sacar fuerzas de donde ya no quedaban y , de nuevo arrastrandose, se dirigió hacia el recibidor donde antes había estado la escalera, donde había pasado arrastrandose ya dos veces, donde debió mirar desde el principio.

lunes, 12 de marzo de 2012

La casa ( 4 de 6)

El batacazo fue tremendo.
Una mano casi colgando y la pierna rota por dos sitios. Ese fue el resultado.
De la pierna le salía bastante sangre, no a chorros pero si en suficiente cantidad como para preocuparse seriamente.

Se planteó salir de la casa pero enseguida descartó esa idea. Ya había cubierto la mitad del camino al quedarle solo el piso de abajo y no tenía nada claro que si se fuera en este momento eso seguiría siendo así y no tendría que empezar de nuevo de cero.

Se tomó un respiro y decidió continuar la busqueda por la parte derecha de la planta baja y arrastrandose, poco a poco, llegó a la puerta que daba paso a esa estancia.

Abrió la puerta y, al entrar, de nuevo se encontró otra estancia vacia al igual que la que había en el piso superior.
Volvió la mirada hacia atrás dirigiendola hacia la puerta de la parte izquierda. La única que le quedaba por inspeccionar y empezó a entrarle el pánico al descubrir el reguero de sangre que había ido dejando tras de si.

Casi se da por vencido pero con las pocas fuerzas que le quedaban empezó a dirigirse hacia la otra parte de la casa.
En medio de un mar embravecido, cansado de luchar contra olas y remolinos, añorando algo de tranquilidad encontré un remanso de paz.
Una isla en mitad del oceáno con olor a menta y azahar donde descansar y la lucha dejar.

No había siquiera empezado a disfrutar cuando una ola a lo lejos mi atención llamó y como un poseso hacía ella me lancé.

La paz añoro pero con ella a mi lado no se estar.

Quiero lo que no quiero y así he de vivir.

domingo, 11 de marzo de 2012

Repercusión y consecuencias.

De actos, de palabras, de intenciones y pareceres.
De lo que haces y lo que no haces, lo que evitas y lo que buscas.
Lo que no encuentras y lo que te busca.
Lo que duele y da vida.
Lo que relaja y te la quita.

Das, regalas, quitas y pides y todo en relación con los demás.

Somos lo que parecemos por mucho que nos duela porque si somos lo que nadie ve es que algo está fallando.
Tú o los demás. ¡Qué más da donde esté el fallo!.

Mi refugio, mi aislamiento en mi incompresión solo una excusa es para evitar el esfuerzo de explicarme mejor. Si nadie me comprende, ¿Quién soy yo para juzgar al resto como ignorante o faltos de prespicacia?.

Y por otro lado, ¿Quién puede realmente afirmar ser un incomprendido?. ¿No será que eres tú mismo el que no te conoces y , por lo tanto, no te comprendes?.
Y , si es así, ¿No será que algo dentro de ti chirria y no encaja como debería?.

Quizás, si supieramos lo que el resto piensa de ti comprenderíamos que somos más transparentes de lo que creemo.. Que nuestras ocultas intenciones y pensamientos son conocidos para los que te rodean y solo tú te niegas a reconocerlo, admitirlos y dejar de ocultarlos.

Pero, en contrasentido, si lo hicieramos te podrías encontrar todo lo contrario. Qué lo que los demás creían o precibían es justo lo opuesto a lo que había.

Y, entonces, ¿Qué falla?. ¿El transmisor o el receptor?. ¿O los dos a un tiempo?.

Somos mecanismos imperfectos, llenos de fallos y con multitud de piezas desencajadas que vamos por la vida buscando un aceite que nos engrase y permita seguir funcionando sin que se nos caigan las piezas por el camino, encontrando a otros mecanimos imperfectos y buscando continuamente una perfección que somos conscientes que no existe.

Aceptamos la imperfección como mal menor pero ¿Dónde está el límite que estamos dispuesto a aceptar de dicha imperfección?. ¿Donde está la frontera entre lo aceptable y lo deseable?. ¿Nos conformamos según nuestras posibilidades o según nuestro deseos?.

No lo se.

La casa ( 3 de 6)

Al llegar a la planta superior una nueva sorpresa se llevó.
Era un espacio diafano, sin habitaciones, sin muebles , sin nada más que las paredes y ventanas. Podía ver toda la planta y no había nada, ningún obstaculo, ni siquiera algún objeto en el suelo o en las paredes.
Estaba claro que allí no estaba lo que buscaba así que dió media vuelta para volver a la planta baja y....

La escalera ya no estaba. Solo quedaba el hueco que antes había estado ocupado por esa inmensa escalera de madera.
Miró hacia abajo y la altura era considerable. Por lo menos eran unos cuatro metros así que se dirigió a una de las ventanas. Quizás sería más fácil bajar por la fachada que dar ese salto pero al acercarse comprobó con horror que las ventanas no eran tales. Eran armazones de madera y cristal solo pensados para mirar a través de ellos pero no tenían la finalidad de ser abiertos.

Se sentó en el suelo intentado ordenar sus ideas y tomar la decisión correcta.

Despues de unos minutos, se levantó, se acercó al hueco donde debía estar la escalera y saltó.

viernes, 9 de marzo de 2012

En un sueño profundo y aletargado me perdí.

Contravine mis creencias, discutí a mis sentidos

y en lo que no quería me empeñé.


Ahora, con la distancia por medio

comprendo las razones, los motivos

y entiendo todo el sin sentido.


A mi sueño no renuncio, lo persigo

y , aún conociendo su lejanía,

la esperanza no pierdo.

La casa ( 2 de 6 )

Al volver a entrar ya le llegó el olor a humedad, a madera vieja, a papel. Un fuerte olor a papel viejo que no sabía de donde venía porque a la vista no se veía ningún libro o estantería que pudiera contenerlos.

Decidió empezar a buscar por el piso de arriba y así ir descartando todas las habitaciones, una a una , de arriba a abajo.
Y subió los primeros peldaños de la escalera y se quedó paralizado.
Estaba tan pendiente de lo que olía que no había caído en la cuenta que ya no oía. Cayó en la cuenta al no escuchar el esperado crujir de la madera de los peldaños de la escalera al pisarlos.

Permaneció un rato indeciso entre volver a salir de la casa, a ver si así, al igual que antes, recuperaba ese sentido perdido o continuar. Le preocupaba que si recuperaba el oído, la consecuencia fuera perder otro sentido más necesario.

Se decidió a seguir. El silencio , al menos, le evitaba los ruidos que , más que necesitarlos, le pudieran provocar un miedo que le impidiera continuar.

Y continuo subiendo.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Ya recuperado de mis heridas, casi cicatrizadas y con la rehabilitación casi terminada me encuentro en disposición de a la batalla volver y , sin embargo, ganas no tengo.

Por primera vez prefiero la tranquilidad del porche, sentado en mi mecedora y estar viendo la vida pasar a volver a la lucha.

Es una sensación nueva que yo pensaba no sería capaz nunca de tener y , aquí estoy, satisfecho con mi nueva situación y con un reposo interior que casi desconocía.

A veces, en ciertos momentos, añoro el vértigo, el desequilibrio que produce la incertidumbre del resultado pero es algo que apenas me dura y sonrio al ver que así ha sido.

martes, 6 de marzo de 2012

La casa ( 1 de 6 )

No había terminado de cruzar el umbral de la puerta de la casa cuando ya notó algo extraño.

No olía a nada.

La casa era un caserón muy antiguo, lleno de muebles viejos y tenía una gran escalera que conducía al piso superior. Se notaba que hacía mucho tiempo que nadie entraba allí. Estaba todo desordenado. Las telarañas llenaban gran parte de la estancia y el polvo era facilmente visible pero ni siquiera a humedad olía, ni a madera, ni a nada.

Era sobrecogedor.

Se salió un momento para comprobar si era problema de su olfato pero no. Una vez fuera volvía a oler con toda normalidad.

La casa estaba rodeada de un gran jardín y la fragancia de las flores se notaba con mucha facilidad. Fue en ese momento cuando calló en la cuenta que el jardín estaba muy bien cuidado y no tenía ningún síntoma de abandono.

Dudó si volver a entrar.
Tenía que hacerlo.
Estaba allí precisamente porque tenía que hacerlo.

Y lo hizo.

Arturo y seis dias

¡Hola!.

Me llamo Arturo y tengo un problema.

Todavía no se escribir.

lunes, 5 de marzo de 2012

Arturo y cinco dias

Ufff. no se si ha sido buena idea fijarme en mi padre.

¡Qué cosas más raras hace!.

¿Os he dicho hola?.

Lo he estado observando y.....
Cuando le pica el dedo en vez de rascarselo con otro dedo lo que hace es rascarselo contra la nariz y como no debe ser suficiente, despues de mirarselo un rato, lo rasca contra la pared o la tapicería del sofá.

Y , además, hace otra cosa que no entiendo muy bien. Siempre mira hacia mi madre y espera a que ella no esté o no mire para hacerlo y si ella vuelve de repente o lo mira, inmediatamente deja de hacerlo.

Yo lo he probado y no consigo rascarme el dedo contra la nariz. Cuando lo hago contra la pared si que funciona pero lo de la nariz....

Lo peor es que he tenido que interrumpir mi observación a mitad porque papá ha hecho un gesto raro. Es como si hubiera levitado ligeramente del sofá y justo en ese momento se ha escuchado un ruido... cuando menos extraño.
Era como una carraca.
Y un olor.... ¡Qué olor!.
Mi madre se ha levantado como un cohete, me ha cogido de la mano y nos hemos salido de la habitación.

Todavía no se de que peligro me ha librado pero a juzgar por el olor debía ser algo muy, muy peligroso.
Lo que no se es porque le ha echado la culpa a mi padre.
¡Ni se te ocurra parecerte a él! - me decía mientras me sacaba de la habitación.

No se. No veo tan grave lo que ha hecho.
Llegaba la tarde, limpia y cálida, tanto que un paseo me decidí a dar.

A un parque cercano me acerqué y cuando paseando estaba , a lo lejos te vi.

Me senté.

En un árbol me recosté para así mejor poderte observar.

Y allí estabas. Hablabas, sonreías y a ratos reías.

De pie, con tu estilo, tu saber estar, tu porte sereno y tu precioso pelo al viento.

Allí estuve esperando a que te fueras para , a continuación, cerrar los ojos y de tu recuerdo disfrutar.

Llegarán las mañanas soleadas y llenas de optimismo pero esta noche, esta noche mi alma triste está.
¡Lo que hacen unas cervezas!.

No se muy bien cómo ni por qué, el Viernes acabé haciendo una cola inmensa, en un lugar extraño.

El objetivo era , por lo visto, pedir un deseo y se te cumplía así que allí estuve con la medio bolinga, intentando permanecer serio y trascendente. Esto último era por imitación porque si mirabas alrededor todo estaban serios y trascendentes por lo que me pareció lo más apropiado imitarles.

No lo conseguí. Me refiero a lo de serio y trascendente.
Lo que si conseguí fue llegar al sitio al que se iba y pedí un deseo.

Cuando ya salía, un alma caritativa me informó que podía haber pedido hasta tres así que lo que hice fue pedir el mismo deseo tres veces seguidas. Ya no estaba en el sitio donde se hacían las peticiones pero no estaba yo en condiciones de volver a tragarme la cola así que miré de reojo hacia atrás y toma peticiones.

El caso es que ya me estoy impacientando porque no se cumple ni de coña.

Me dicen que tengo que tener paciencia.

Que tengo que esperar.

¡Cómo se cumpla!.

¡Madre mía cómo se cumpla!.

domingo, 4 de marzo de 2012

Arturo y cuatro días

No hay forma.
Ya no se como acertar.

Si, estoy de nuevo aquí castigado y es el segundo seguido que empalmo sin que me lleguen a levantar el primero.

La solución va a ser observar lo que hacen ellos, mis padres, y así imitarlos.
Seguro que si hago lo mismo que ellos ya no me castigan más.

Empezaré por mi padre.
Como es más grande debe ser tambien mayor y sabrá más aunque dudo que mi madre esté de acuerdo en eso.
Me refiero a lo de ser más grande porque está a todas horas quejandose de lo gordo que tiene esto de aquí, de lo gordo que tiene esto otro de aquí.
Mi padre le dice que no. Qué está muy bien así.
Yo la miro y .... no se por que quiere ser más grande que mi padre. Se enfada cuando él le dice que no tiene gorda no se que cosas pero no hay manera. Sigue compitiendo con él a ver cual de los dos tiene más cosas colgando.

Hola.
Y yo me sigo llamando Arturo.

sábado, 3 de marzo de 2012

Arturo y tres días.

Hola.

A ver si lo adivinais.
¿Estoy castigado o no?.

Pues no. Os habeís equivocado.

Si que estoy castigado y no lo entiendo.

Y eso que mi decoración de la pared les debió gustar mucho porque no paraban de mirarla y hacer comentarios sobre ella.
Yo creo que el problema es que a mamá le gusta mucho el amarillo y al pintarlo casi todo de rojo pues.....

De todos modos me lo van a levantar enseguida. En cuanto mi madre vea lo que he hecho un poco antes se pondrá muy contenta.
Siempre se está quejando del tiempo que pierde limpiando todos los cachibaches que hay por la casa así que he cogido unos cuantos y los he tirado por el balcón y ....

¡ARTURO!.

Esa es mi madre que me llama. Seguro que ya lo ha descubierto y viene corriendo a darme abrazos y besitos por el trabajo que le he ahorrado.

Arturo y dos días

Hola.

¿Sabeís cómo me llamo?.

Ya no estoy castigado.

Me lo acaban de levantar.

Ya era hora.

Se que dije que no había diferencia entre estar castigado o no pero si que la hay.
Cuando me castigaron tuve que dejar a medias una cosa que estaba haciendo y no me gusta dejar las cosas sin terminar.

Estaba decorando la pared de mi cuarto y me estaba quedando muy bien y eso que es dificilísimo porque si te equivocas no hay forma luego de borrarlo así que hay que estar muy concentrado.

Voy a ello.

¿Os he dicho cómo me llamo?

viernes, 2 de marzo de 2012

Siempre te busco.
Evitarlo no puedo.

Y siempre te encuentro.

En las olas del mar, en la brisa de la mañana, en las nubes que me cubren y en las hojas del árbol que se mecen.
En mis pensamientos, en mis sueños, en mis tristezas y alegrías, al despertar y al acostarme.
En mis escritos y poemas, en los garabatos y en la música, al vestirme y al desnudarme siempre estás ahí.

Tú no lo sabes, no lo sospechas, ni mi existencia conoces pero inundas mi vida y la llenas de todo aquello que me hace sonreir.

Te observo en la distancia, cierro los ojos y contigo sueño.

jueves, 1 de marzo de 2012

Arturo y un día

Hola.

Me llamo Arturo y tengo dos años y un día.

Sigo castigado.

Mi padre me mira y dice : ¡Qué artista eres!.

Mi madre me mira y dice : ¡Eres un desastre!.

Debe ser que artista y desastre significan lo mismo aunque tengo mis dudas.
Mi padre me lo dice sonriente y la cara de mi madre cuando me dice lo que me dice es.......

Se que cuando tenga , por lo menos, tres años lo entenderé pero es que para eso me queda toda una vida y a mi no me gusta esperar.

Creo que voy a seguir a lo mio. Despues de todo y digan lo que digan yo sigo sin notar ningún cambio.

Y anda que ponerme Arturo de nombre. ¡No tienen perdón!.
¡Qué bonita eres!.

Todavía recuerdo la última vez que pusiste tu mano en mi hombro y así, en silencio, permaneciste un rato.
Yo te la cogí y no nos dijimos nada.
No hacía falta.

Guardo como un tesoro el regalo que me hiciste en mi cumpleaños. Creo que es el único que guardo despues de tantos años y tantos cumpleaños como he tenido en mi vida.
Tu inocencia, tu alegría, tu espontaneidad son un regalo para los demás.

Espero, se , que algún día volveré a verte.
Habrás crecido, serás mayor. Quizás ni te acuerdes de mi pero yo siempre te llevaré en mi corazón.