martes, 3 de enero de 2012

A caminar recto probé y me gustó.

Luego en circulos estuve probando

y también eso atractivo me pareció.


En curvas continuas o quebradas,

dando giros, yendo lento o despacio

y de todas las maneras me convenció.

Variaba según el momento pedía

o si mi estado de ánimo así lo veía.


El problema era cuando a acompañarme

algún otro caminante  se ofreció.

Si dando circulos me pillaba

así creía que era siempre mi caminar.

Si en línea recta era lo que tocaba

mi aparente rectitud rechazaba.

Y si en un cambio de rumbo me sorprendía

mi volatilidad siempre asustaba.


Los cambios de acompañante me cansaban

por la decepción que ello conllevaba.

A la conclusión de ir solo llegué

pero eso ya no me gustó

por lo que previamente avisar

me pareció la solución ideal.


Tampoco eso funcionó.

Contar lo que ha de descubrirse

todavía más asustó.


Todavía estoy buscando la solución

y, mientras, con mi deambular sigo

solo o acompañado, eso, ya se verá.

2 comentarios:

  1. Cada uno tenemos que seguir el camino que , creemos, es el correcto y poder ser siempre uno mismo, pero tan importante es eso, como saber amoldarnos al que nos acompaña, pues eso si que nos hace sentirnos bien y felices, eso si, siempre, sin dejar de ser uno mismo.(arrastrarse y todo eso , no vale).
    Aunque a veces parezca vanidoso, te sientes orgulloso de ti mismo, precisamente por saber adaptarte a todo, lo que sea(sin pasarse...claro!!!!!!)

    ResponderEliminar
  2. Hml. Siempre se me olvida firmar. Un error, o varios lo tiene cualquiera. O no?????

    ResponderEliminar