jueves, 5 de enero de 2012

Mentirle no me ha quedado más remedio  que hacer.

Sonreir y decirle que todo está bien, que feliz soy

pero si ella supiera que cuando ya solo me encuentro

la tristeza, la amargura y la melancolía son mis únicas compañeras

ya más no me creería así que con mi sonrisa seguiré

hasta que , ya por fin, de un plumazo desapareceré.


No quiero renunciar a mis únicas amigas

la tristeza por las noches me acurruca,

la amargura por el día me es fiel

y la melancolía a todas horas

me recuerda lo inútil que soy.

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