lunes, 16 de enero de 2012

Hoy un melón, por la mitad, partí.

El color y su nauseabundo olor me indicaba que podrido estaba pero aún así a probarlo me decidí.

De entre toda aquella masa un pequeño trozo con buena pinta descubrí y sin pensarlo dos veces en la boca me lo metí.

No sabía mal, pero eso era todavía peor porque, sabiendo bien, todo el cuerpo me descompuso y al instante me arrepentí.

Si tan mala pinta tenía, si su color a comer no invitaba y si su olor a apartarme me obligaba.

¿Por qué a probarlo me arriesgué?.

No lo se.

Cuando otro melón abra su mejor trozo volveré a buscar por mucho que encontrarlo me cueste.

No aprendo, no quiero aprender a no probar.

2 comentarios:

  1. Huy!!!!!!! Que alegría!!!!, pensaba que no iba a poder leer nada mas en tu blog. Aunque no haya dedicatorias, ni recuerdos, ni sueños, pero por lo menos que haya nuevas entradas. Y otra cosa....... Ten cuidado con lo que comes. Hml.

    ResponderEliminar
  2. No es muy bueno lo que has escrito,parece que no estaba usted,inspirado en nada o tal vez que este enamorado de una rubia a mi me encanta tomarla fresquita y con unas almendritas,espero leer algo mas elocuento Sr.Lurio Jose.

    ResponderEliminar