Grito, escarbo con ansia y desesperación.
Revuelvo y araño sacando las tripas fuera.
Intento encontrar en lo más hondo
aquello que , no se cuándo, perdí.
No encuentro nada. Todo lleno de agujeros.
Ya no es posible volver a ponerlo en su lugar.
Creo que nunca perdí nada.
Simplemente no exisitió. No había hueco.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Es como echar de menos aquello que nunca hemos vivido... algo extraño.
ResponderEliminarQuizá estará algún día
Los gritos ayudan a expulsar lo que tanto nos oprime interiormente.
ResponderEliminarBesos.