sábado, 12 de septiembre de 2009

Conoces a alguien desde la infancia, compartes con esa persona años, vivencias, amores, disgustos y alegrías.

Un día te paras, recopilas, piensas, analizas, comparas y te das cuenta de la evolución de uno y otro.

¿Somos diferentes?, o ¿nos vemos diferentes?.

La misma persona te puede parecer otra completamente distinta según las circunstancias y no solo a ti, a todos los que nos rodean les pasa igual.
Lo que para unos está bien hecho , para otros es una aberración. Quién para unos es una bellísima persona para otros es el demonio encarnado y no es solo un problema de personas, las mismas personas pueden opinar de forma diferentes sobre temas similares según el momento en el que se encuentren.

Y eso me lleva a preguntarme : ¿Tiene algún sentido la búsqueda de la verdad, de la razón, de lo justo y lo injusto, si cuando creo haberme acercado a alguna respuesta resulta que lo en realidad hago es alejarme un poco más?.

Y me respondo a mi mismo : Por supuesto, el sentido de dicha búsqueda no es llegar a una meta , es la búsqueda en si misma.

3 comentarios:

  1. Y de tanto buscar, y buscar... Encontraremos lo que necesitamos encontrar.

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  2. habrase visto... yo a ti ya ni te conozco... tener que venir hasta aquí para encontrarte... jaja un besazo!!!

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  3. pienso que no es necesario buscar, si ha de aparecer la respuesta, se mostrará sola....¡claro! que, suelo equivocarme con frecuencia

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