No es falta de tiempo.
Ganas no me faltan.
Oportunidades las tengo todas
pero en el cajón, al final, todo queda.
Una servilleta, un bolígrafo que ,
por casualidad, no perdí
y una niña que otros tiempos me ha recordado
han provocado que de mi letardo salga.
No es inicio de nada.
Es alegría al ver que el final no ha llegado.
Instantes, momentos de lucidez que añoraba
y, por eso mismo, agradezco con toda mi alma.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Parece que estamos todos un poco aletargados en estos tiempos… Lo importante es dejarnos caer de vez en cuando por aquí. Los que estamos habitualmente, esperamos pacientes a que las musas regresen.
ResponderEliminarUn saludo
Cuánto me alegra que el boli no lo hayas perdido, servilletas hay en todas partes. Hml
ResponderEliminarMe alegra volver a leerte, Lurio, a veces, se sale del letargo y se plasman cosas tan bellas como las que has escrito, sigue así, y fluye en letras, se te echaba de menos.
ResponderEliminarGracias por visitarme.
Un beso.