sábado, 14 de noviembre de 2015

Sentí que el cielo se abría solo para mi, la tierra temblaba a mi paso y todo bailaba a mi alrededor.

Sentí que no había más búsqueda, no más empezar porque ya todo era continuar.

Sentí que sentía y me paré a pensar.

Y no quería. Por primera vez no quería pensar.

Y pensé que el cielo solo de mi se reía, que no era la tierra sino mis pies los que temblaban y lo que a mi alrededor se movía era solo para avisarme y evitar que mi camino siguiera.

Y pensé , y a pensar volví y no paré hasta que todo era pensamiento, razón, cordura, amargura, quietud y soledad.

Se que él siempre a mi lado seguirá arruinando los mejores momentos, no dejando que en paz me sienta e impidiendo que siquiera tenga un momento de arrepentimiento pero también se que llegará un día que , mirando atrás, comprenda que no hubo mala intención, solo hubo razón.

En ese momento recordaré

Lo que pudo ser y no fue

Antes de , por fin, los ojos cerrar.

6 comentarios:

  1. Algunos lo llaman "Destino", pero solo algunos.
    Pensar....lo necesario, pensar demasiado solo crea confusión.
    Cuando sintamos que todo baila a nuestro alrededor....bailemos, y si nos equivocamos, "que nos quiten lo bailao".
    Que no se pierdan oportunidades y momentos por pensar y pensar, porque probablemente no se repetirán.

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    1. Pensar nunca es malo, lo malo es cuando pensamos como justificación para no hacer y estarnos quietos.

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  2. A veces intentamos ser tan rectos en nuestras decisiones, que le damos demasiadas vueltas a las vueltas y no siempre disfrutamos de lo que hacemos. Supongo que habrá que buscarle un punto medio de locura y de quietud. Pero supongo que más vale pecar por precavidos que caernos con todo el equipo después.

    No sé si he interpretado bien lo que querías poner....

    Un saludo

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    1. Si, lo interpretaste bien pero....aún cayendo con todo el equipo, es muy tentador intentarlo.

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  3. Hay que intentarlo Lurio, también necesitamos de cosas simples, de trivialidades, de la armonía de una gota de rocío, de la voz de un niño...
    Tanta razón y cordura, produce amargura, y esa amargura puede llegar a considerarse parte de nuestra vida.
    Hay que ser un poco loco, una dosis de locura en nuestras vidas, es más que necesaria. Yo la necesito y la recomiendo.
    Que pena... un día llegar a imaginar lo que pudo ser y no fue...

    Un abrazo.

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    1. Al final necesitamos de todo un poco, de lo simple, de lo complejo, de la razón y de la cordura pero, como tú dices, sin dosis de locura nada merece la pena.
      Solo espero no olvidar que no puedo basarlo todo en la locura y ...demasiadas veces lo olvido.

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