Grises mañanas seguidas de, aún más, grises tardes.
Oscuras noches iluminadas solo por el recuerdo de tiempos ya casi olvidados.
No quiero recordar para no ser consciente de lo perdido, de lo no encontrado y, sobre todo, de lo no amado.
Solo quiero una efímera alegría al cruzar mi mirada con la tuya.
Un segundo de luz al pensar que todavía es posible.
Un minuto de penumbra mientras entierro ese ingenuo segundo.
Una eternidad tranquila al saber que sin mi todo está por descubrir.
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