Hoy me despido de ti.
Juntos durante años, nunca me fallaste.
Ahí estabas cada vez que te necesité y , a cambio, poco o nada te daba yo.
No vas a otro sitio, nadie te acogerá ni te necesitará más. Al olvido pasarás sin haber hecho nada malo para merecerte semejante final pero me es imposible seguir a tu lado. No me quedan ni fuerzas ni ganas.
Adios.
P.D. : Algún día, de ti me acordaré.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
¡¡¡Ay, que tristes son siempre las despedidas!!!
ResponderEliminarEs la despedida de mi coche así que tampoco es para llorar demasiado
EliminarLurio, pero cómo me alegra leerte, no sabes cuánto, ahora comprendo por qué dejaste de publicar, ahora te comprendo, amigo, gracias por seguir estando, me alegró mucho volver a leerte, Lurio, que nadie nos quite la ilusión por escribir.
ResponderEliminarUn beso.