En la profunda soledad de la noche esperé tus caricias encontrar.
Las busqué en lo más profundo de mi imaginación,
en los sueños olvidados de tanto recordar
y en los versos no escritos que algún día volverán.
No te vi pero no por ello deje de buscar
y, cuando ya el sueño me vencía y la consciencia perdía
sentí que no era tiempo perdido, ni fracaso , ni decepción.
Habían vuelto las mariposas en mi a morar
y aunque solo por unos instantes fuera
mi vida, vida llena de nuevo , volvía a estar.
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Así me gusta leerte, con mariposas, con ilusión, con ...vida llena de nuevo.
ResponderEliminarQuien siembra, recoge. Nunca hay que perder la esperanza.
ResponderEliminarReten a esas mariposas, la sensación de tenerlas revoloteando en nuestro interior es maravillosa.
Un saludo