miércoles, 9 de febrero de 2011

De acuerdo con mis creencias aprendidas al escuchar a alguien, que seguro sabe más que yo, he abrazado la ideología de los  sin lengua.

No voy a hablar más. Permaneceré  silencioso, limitándome a observar o , quizás, ni siquiera observe. ¿Para qué si luego no podré hablar de aquello que me guste o me disguste?.

Silencio, silencio absoluto pero... para conseguirlo tendré que estar solo. No me veo capaz de mantener la boca cerrada ante las estupideces que oiga así que me iré a vivir a algún lugar apartado donde nadie me de la paliza.
No comeré, no beberé, no dormiré, solo permaneceré callado y me alimentaré del aire y , algún día , cuando vuelva habré olvidado cómo se habla.

Seré mudo por inducción y no seré feliz pero habré sido consecuente con mi objetivo, lo habré llevado hasta las ultimas consecuencias y , con toda mi infelicidad y amargura encima , podré decir alto y claro :

"Lo hice, me mantuve firme y no cedí ante nada ni nadie porque por encima de todo está ser consecuente con lo que me comprometí a hacer".

Con todos mis respetos, me cisco en las ideologías que impiden al ser humano rectificar y conducen a la amargura de la gente pero, eso si, siempre fieles a un credo.

Insisto en que lo hago con todo el respeto porque sino seguro que algún soplagaitas va  y se me ofende así que a todos los soplagaitas del mundo dedico esta entrada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario