De acuerdo con mis creencias aprendidas al escuchar a alguien, que seguro sabe más que yo, he abrazado la ideología de los sin lengua.
No voy a hablar más. Permaneceré silencioso, limitándome a observar o , quizás, ni siquiera observe. ¿Para qué si luego no podré hablar de aquello que me guste o me disguste?.
Silencio, silencio absoluto pero... para conseguirlo tendré que estar solo. No me veo capaz de mantener la boca cerrada ante las estupideces que oiga así que me iré a vivir a algún lugar apartado donde nadie me de la paliza.
No comeré, no beberé, no dormiré, solo permaneceré callado y me alimentaré del aire y , algún día , cuando vuelva habré olvidado cómo se habla.
Seré mudo por inducción y no seré feliz pero habré sido consecuente con mi objetivo, lo habré llevado hasta las ultimas consecuencias y , con toda mi infelicidad y amargura encima , podré decir alto y claro :
"Lo hice, me mantuve firme y no cedí ante nada ni nadie porque por encima de todo está ser consecuente con lo que me comprometí a hacer".
Con todos mis respetos, me cisco en las ideologías que impiden al ser humano rectificar y conducen a la amargura de la gente pero, eso si, siempre fieles a un credo.
Insisto en que lo hago con todo el respeto porque sino seguro que algún soplagaitas va y se me ofende así que a todos los soplagaitas del mundo dedico esta entrada.
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