viernes, 14 de octubre de 2011

No lo pude resistir.

Llevaba mucho tiempo pensando hacerlo pero me daba miedo.

¿Y si luego me arrepentía?.

Era una decisión que , una vez tomada, no tenía marcha atrás.

¡Uffffffffffffff!. Cogí un cuchillo, el más afilado y grande y de un solo tajo, ¡zas!.
La sangre salía , a veces a borbotones, a veces como un chorro interminable.

Me apliqué gasas.

Cuando se acabaron cogí toallas y cuando ya parecía que iba a ser imposible pararlo, algo debió taponar la herida porque el torrente cesó.

Ya estaba hecho.

Miré la herida y ... al instante me arrepentí pero... lo hecho, hecho estaba.

4 comentarios:

  1. Pura literatura, ¿verdad?

    A veces es muy bueno desahogarse escribiendo, contando aquello que nos pasa por la cabeza pero que no somos capaces de llevar a cabo.Espero que esto sea así...

    ResponderEliminar
  2. De literatura nada.

    A veces es necesario hacer grandes sacrificios por el bien de la humanidad aunque esta nunca te lo agradezca.

    ResponderEliminar
  3. Ni pura literatura, ni de literatura nada, autentica metáfora literaria, pero..... Si la herida se tapono y ceso el torrente, no seria tan profunda. Hml

    ResponderEliminar
  4. ¿Valdrá la poesía en blog para los críticos y las personas?

    ResponderEliminar