viernes, 27 de abril de 2012

Ahora que ya te habrás retirado a descansar.

Ahora que ya nadie me escucha y puedo empezar a soñar, a desvariar con mis anhelos y a disfrutar con mi bendita soledad, aprovecharé para contar lo que nunca se cuenta, lo que se desea y no se quiere, lo que se busca con la intención de no encontrar.

Todo aquello que al alcance de la mano está y que no coges por no contaminar.

Esas cosas preciosas y preciadas que sabes que si te acercaras demasiado a ellas las ibas a ensuciar, no porque tus manos estén manchadas, no porque tu tacto las vaya a maltratar, sino porque su belleza en su lejanía está.

Benditos sueños que te hacen volar, levantarte del suelo y empezar a levitar.

Suave, muy suave, despacio, como si el tiempo nunca fuera a pasar.

3 comentarios:

  1. Sueños suaves como el algodón que invitan a volar por encima de las nubes...

    Besos.

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  2. Soñar es simplemente maravilloso , y como dijo un amigo ... Los mejores sueños son los que tienes despierto ya que tu los diriges como quieres ;)

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