Una tenue luz se coló por las pocas rendijas que abiertas dejé.
Mucho caso no le hice esperando se fuera apagando o de largo pasase pero la curiosidad fue superior a mi y una ventana abrí.
La luz hasta dentro penetró y , yo , confundido, la observé.
Dejé que iluminara la habitación y sus rincones recorriera. De un lado para otro iba como una visita curiosa que no tiene intención de quedarse pero que primero ha de conocer y saber, revolotear y reir para, a continuación , su camino seguir.
Todas las ventanas y puertas abrí para que entrase y saliera a su antojo.
Capturarla no quería.
Atraparla no era mi intención.
Solo observar su ir y venir porque me producía mucha satisfacción.
Sé que, algún día, otro sitio irá a iluminar pero la luz que está dejando aquí dentro, esa, nunca se apagará.
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Pero para que abres puertas y ventanas?????, es igual, hiciste bien, la luz siempre supone alegría. Hml
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