jueves, 16 de septiembre de 2010

Sentado en mi sillón, contemplando el horizonte que se muestra ajeno a mi existencia pero exhibiendose sin ningún rubor, me siento afortunado.
Veo vuelos de pajaros que ignorado mi presencia vuelan para mi.
Observo movimientos de nubes que sin pretenderlo organizan conciertos solo para que yo los contemple.
La suave brisa silba y me arropa aún cuando su objetivo sea otro.
Hasta el ruido de la circulación se armoniza para darme satisfacción y las máquinas perforadoras se emplean a fondo para no desentonar con el resto de la armonía.
Miro a mi alrededor y el desorden se pone sus mejores galas para yo esté a gusto.
Solo puedo dar las gracias a todos ellos por acompañarme y permitirme compartir con ellos mi felicidad, mi tranquilidad, mi satisfacción, mi alegría por estar vivo por dentro, por poder tener fuerzas y proyectos y así todo eso poder dedicarselo a ella.

Para la princesa de mis sueños encantados.

1 comentario:

  1. Bonitas palabras para tu princesa de los sueños encantados...un abrazo y felicidades

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