Noche llena de magia, de penumbras y de pasiones desatadas.
Subiendo, bajando, esperando y encontrando.
A veces con fuerza, a ratos suave y despacito.
Sonidos tantas veces imaginados que , por fin, a mi lado sonaron.
Un amago de irte hiciste pero , apenas habías rozado el pomo de la puerta, volviste la cabeza y a mi regresaste para volver, de nuevo, a deleitarme con tu presencia.
Noche mágica.
Noche que no se repetirá.
O ... quizás si.
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