Subo y bajo a tal velocidad que no consigo en ningún momento quitarme el nudo que me aprieta las entrañas.
Es una carrera continúa, sin fin, llena de angustía y zozobra, sin momentos de pausa que me permitan recrearme en lo bueno que me voy encontrando y, la vez , sin conseguir olvidar lo malo que me asalta en cada esquina.
¡Quiero pararme!.
Quiero disfrutar de su sonrisa, de su compañía, de su fuerza y ansía de vivir pero... me es imposible.
Seguramente dentro de unos años cuando la recuerde me lamentaré de no haber sabido parar en mi camino , de no haberme bajado del tren en su estación para tomarme un café con ella y poder contemplar esa cara de angel ríendose y haciendome entender lo bonito de cada instante y de cada detalle.
Me arrepentiré y soñaré con lo que pudo ser y no fué.
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pues sí que me ha gustado, sí....
ResponderEliminarY por que no puede ser?
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