Poniendo toda mi atención, todo mi corazón, mi imaginación y mis sentidos he volado a otro mundo.
Un mundo desconocido para mi y que, sin embargo, me sonaba familiar, cercano e incluso, añorado.
He leído, bebido y sorbido todas las letras como si cada una de ellas fuera nueva y diferente, como si su sonido no tuviera nada que ver con el siempre escuchado.
Y he soñado.
He soñado con alas de mariposa, con vientos huracanados y volcanes embrabecidos. Con vuelos rasantes y picados escalofriantes a la vez que con la calma chicha y la pausa del lento atardecer. Y , al despertar, mi sueño ha continuado y se ha agrandado con el recuerdo de caricias y suaves miradas.
No podré olvidarlo mientras viva porque ese recuerdo de algo que no es mio ya lo he capturado y vivido dentro de mí esperando, algún día, poder decir :
"Sí, es verdad, existe porque yo he estado ahí".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Muchas veces no vale la pena...
ResponderEliminarA veces no, a veces si. Nunca lo sabes hasta que ya estás metido de lleno.
Eliminar