Años buscando lo que no existía y creyendo encontrarlo en cada esquina y detrás de cada puerta. Engañándome a mi mismo con retales y trozos rotos de viejos recipientes usados y maltratados por otros pensando que sería capaz de recomponerlos y volverlos a unir como si fueran, otra vez, nuevos pero cuyas aristas me cortaban y hacían sangrar una y otra vez y sintiéndome culpable por no ser lo suficiente hábil para evitar esos arañazos que siempre eran causados por mi torpeza.
Años de intentos, de fracasos, de lucha y pelea y de sinsabores pero, al mismo tiempo, años vividos intensamente, con ganas e ilusión, con la esperanza intacta de conseguir recorrer un camino tranquilo y en paz como meta, de encontrar la calma que proporciona la complicidad, la sonrisa sincera y la generosidad.
Años vívidos y de los que no me arrepiento de nada y que, a la postre, me han conducido a saber que es lo que no quiero y que, por esos misterios de la vida, me han dado lo que ni esperaba ni pensaba que encontraría nunca.
Me ha gustado mucho tu reflexión. Fíjate que he empezado leyéndola y me transmitía como desánimo al principio, pero cuando has girado a valorar todo lo vivido con el paso del tiempo, "ahí", ahí me he visto.
ResponderEliminarBesos.
De todo se aprende, con todo se disfruta (aunque sean ratitos pequeños) y, al final, todo es vida
EliminarLeo wue jas encontrado a alguien a quien conseguite arreglar, o que no necesitaba arreglo, tras intentarlo sin exito von mucha gente rota. Eres un arreglapersonas, eso tiene mucho merito. Pero mucgos de esos no se dejan. O solo has encontrado ña tranquilidad.
ResponderEliminarBueno. Eso leo yo. Desde luego si has encontrado a alguien lo transmites con mucha serenidad
Saludoss
Ni conseguí arreglar, ni no necesitaba arreglo, ni la tranquilidad. Todo eso no se encuentra porque no existe.
EliminarSaludos