Hoy he ido a comprar huevos.
En un supermercado.
Entrar, cogerlos de la estantería, hacer la cola, pagar y largarme.
Pues no.
Nada ha ocurrido como habría esperado y he salido de allí sin los huevos pero con una sonrisa como hacía mucho tiempo que no tenía.
No puedo contar lo que me ha pasado dentro porque tendría que implicar a otras personas que, lo mismo, me leen (aunque lo dudo) pero si os puedo decir que ir a comprar esos huevos me puede haber cambiado la vida (soy un pelín exagerado).
Estoy pensando en ir más a menudo y os recomiendo probarlo.
No hay nada como ir a comprar huevos.
Jajaja Una amiga bloguera dice "lo cotidiano deslumbra" a momentos como el que nos describes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esos momentos son los que le dan gracia a la vida.
EliminarQuiero más.
Un abrazo.
Nos haces imaginar maldades.
ResponderEliminarUn placer leerte
Saludo
Fue divertido, fui malo pero, al mismo tiempo, un panoli integral
EliminarUy me alegro que lo hayas pasado tan bien. Te mando un beso. Enamorada de las letras
ResponderEliminarOtro también para ti
EliminarSi lo pasaste bien, es lo bueno.
ResponderEliminarUn abrazo
Es lo bueno y, la mayoría de las veces, lo más importante
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