Es posible que no haya nada que cambiar, que no haya nada que recomponer ni resituar.

Es posible que simplemente las cosas sean así y así deban seguir siendo.

Quizás aspiro a ser lo que no soy y a alcanzar lo que no debe ser alcanzado.

Quizás deba aceptar la realidad tal cuál y dejar que todo lo demás camine solo.

Quizás deba aprender a llevar mejor un mal día y no verlo como un fracaso.

Es posible que todo consista en estar en paz conmigo mismo.

Es posible que mi camino deba girar y atravesar una vereda diferente pero para hacerlo no es necesario ni hacer aspavientos ni anunciarlo.

Se gira y se continúa.

Se puede mirar hacia atrás pero no para ver si alguién te sigue o para arrepentirte. Solo miras hacia atrás para poder sonreir con el recuerdo de lo vivido pero sin dejar de caminar.

Sigo sin saber lo que quiero pero al menos ya se lo que no quiero.

No quiero pararme.

No puedo pararme.

Sigo sin saber lo que necesito pero ya se lo que no necesito.

No necesito encerrarme en mi mismo para entenderme.

No necesito cerrar la boca para ordenar mis pensamientos.

Sigo sin saber a donde voy pero ya se cómo lo voy a intentar.

Lo intentaré no callandome.

Lo intentaré diciendo lo que tengo que decir aún a riesgo de ser malinterpretado.


Sigo sin saber casi nada pero lo poco que se es que seguiré viviendo tal cuál me lo pida el corazón, pase lo que pase, le pese a quién le pese.