jueves, 22 de diciembre de 2011

Nunca sabes que extraños mecanismos hacen que ciertas cosas se disparen, exploten, surjan y rebosen hasta hacerte perder el norte.

Estás tranquilo tomandote el café, ensimismado en tus pensamientos, completamente aislado de lo que te rodea porque así lo quieres y quieres estar así durante bastante tiempo.

No quieres lios, complicaciones ni tener que dar explicaciones a nadie.

No quieres compartir tus desvarios, tus zozobras, tus locuras porque no te apetece ser cuestionado ni juzgado.

No quieres escuchar ni hablar.

Solo quieres disfrutar con tus fantasías, tus sueños y tus mundos imaginarios y cuando más dentro de ellos estás, cuando empiezas a disfrutar, de verdad, con ellos, cuando sonríes con placer por haber encontrado esa tranquilidad que ansiabas algo se dispara y cinco minutos despues estás embobaito, escuchando, hablando, compartiendo y deseando seguir haciendolo.

No lo entiendo.

No quiero entenderlo.

Y, como siempre, intentaré vivirlo.

1 comentario:

  1. Intenta vivirlos, como dices, pues no hay nada que entender, tan importantes son en la vida unos momentos como otros. Hml

    ResponderEliminar