jueves, 22 de diciembre de 2011

No todos los días se puede escribir algo así.

Muy poquitas veces ocurre y por eso, hoy, necesito contarlo.

Algo inesperado, una buena noticia, que ayer parecía casi imposible, ha ocurrido.
Son tan pocas las veces que te puedes llevar una alegría así, que merece la pena vivirla, contarla, disfrutarla y , luego, recordarla.

La alegría no ha sido realmente mia. Le ha ocurrido a una persona muy cercana a mi pero la he vivido como si mia fuera.
Casi, casi creo que me he alegrado yo más que ella porque su incredulidad ( que comprendo perfectamente) no le permite ver todo el alcance que tiene.

Vive, disfruta el momento porque te lo mereces, porque ya era hora , porque no siempre te tienen que salir mal las cosas y porque con una sonrisa todo se lleva mucho mejor y de eso, tú, sabes un rato largo.

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