viernes, 23 de diciembre de 2011

Revisando historias escritas y no publicadas en el blog me he dado cuenta que todas aquellas que escribí y guardé como borrador sin publicar tenían algo en común.

Había sentimientos, sensaciones y actitudes negativas.

Nunca las publiqué y no voy a hacerlo ahora pero no las borraré porque me permiten recordar lo mezquino que, a veces, puedo llegar a ser y de esa forma intentar ponerle remedio.

Hay días, momentos en los que la rabia, la impotencia te hacen decir o, como en mi caso, escribir cosas de las que luego te arrepientes.
Menos mal que tengo mi blog para , a modo de terapia, escribir y luego publicar o no según el resultado de lo escrito.

Me alegro mucho de no haberlo ensuciado con todo aquello que escribí y luego no publiqué.

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