Estaba tomandome el café, completamente abstraido y sin fijarme en nada de lo que había a mi alrededor cuando una preciosidad se ha sentado justo a mi lado, pegadita a mi.
No ha dicho nada. Ni ha saludado.
Al principio he pensado que me había confundido con otro y se había sentado allí por equivocación pero es que me miraba de vez en cuando con una mirada intensa que , en cuanto yo se la devolvía , apartaba rapidamente pero que me tenía completamente perplejo.
He intentado tener una conversación con ella pero no he obtenido respuesta en ningún momento.
Yo quería saber más de ella , y no era porque fuera una preciosidad, lo habría hecho aunque fuera muy fea y en ello estaba cuando un chaval , más joven que yo, se ha sentado en otra mesa y , acto seguido, el bomboncito que tenía a mi lado se ha levantado y contoneandose y maullando se ido a sentar al lado del recien llegado.
¡Si es que sois todas iguales!.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hay personas a las que no les gusta la mantequilla, y otras a las que no les gustan los animales. Por lo tanto... No todas son iguales. Hml.
ResponderEliminar